Por Otón Chávez
ochavez@parquedelapaz.com.- Qué tristes son. En el fondo son necesarios porque para los aficionados, los que realmente aman al fútbol, y también de otros deportes, viven con las ilusiones y realidades durante casi todo un año. Hay que descansar, pero los domingos sin fútbol son como los cebiches sin mariscos, como tocar una guitarra sin cuerdas, como un caldo de manguera sin salchichas.
Nada que hacer, el fútbol es una pasión irrenunciable. Y como una especie de compensación por la falta del campeonato nacional agarramos la televisión y vemos fútbol extranjero. Por ejemplo, el domingo anterior vimos Real Madrid-Real Sociedad, que ganaron los merengues 4-3 en un movido partido. Cristiano Ronaldo estuvo muy bien en la definición, es un jugador desequilibrante, pero el resto, como equipo, no da una mejor talla.
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Cuando las cámaras apuntaron al DT José Mourinho se lo veía escondido, sin reflejos, como pensando que le queda poco tiempo en tan poderoso equipo. Con esos nombres cualquiera es técnico, dice un amigo. La verdad pienso que cada día Real Madrid es menos equipo y ello es imperdonable.
Algunas veces he manifestado que soy partidario del Madrid desde que incorporaron a Alfredo Di Stéfano (en la temporada 1954) y la verdad, históricamente, nos ha dado grandes satisfacciones. Pero ahora no, sobre todo porque tienen al FC Barcelona, que técnicamente lo supera en todo.
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Después la TV nos regaló Barça-Espanyol, el clásico de Cataluña. Qué formidable equipo es el Barça. Domina a su rival con la posición de la pelota en un 75%. Siempre he dicho que en el fútbol el que tiene la pelota es el que se divierte. Como siempre Messi, Iniesta y Xavi están para el espectáculo y practican un juego de ensueño. Esta vez fue Pedro el que estuvo más encendido, sin quedarse atrás Sergio Busquets, Danny Alves, Villa y todo el resto. El Barça es casi mágico.
El otro equipo europeo que sigo es el Manchester United, de Antonio Valencia; también al Manchester City, del Kun Agüero y Carlos Tévez, pero nada que hacer con el United de Antonio. Y sir Alex Ferguson sigue en la cúspide. El torneo inglés, como siempre, exhibe un fútbol de caballeros, como que respetan su invento.
Y buscando fútbol vi por carambola, a eso de las 17:30, un programa de la TV O Globo, de Brasil; fue un espectáculo del mejor postín. Música con Gilberto Gil, nada más ni menos, quien también fue ministro de Cultura de Lula da Silva; agréguese a Caetano Veloso, un grande de la música y también compositor, y la excelente cantautora Ivete Sangalo que cuando actúa bailando hace alborotar las células. Repito, una maravilla de show.
Para nadie es un secreto que la música brasileña es una de las mejores del mundo. Brasileño que no le gusta la música es sordo o no es de allí. Ojalá ese espectáculo televisivo, o el disco, se lo pueda adquirir porque vale la pena verlo y escucharlo por su belleza.
En fin, sentí un alivio complementario. Ahora sigamos con el fútbol. Los toreros están en Machala. Hace cuatro años que no voy por esas bellas y amadas tierras orenses que forman en mi espíritu vital algo inigualable. Estoy informado del gran progreso que Carlos Falquez Batallas ha implementado en la capital orense. Allí, Barcelona se siente cómodo, distraído, en casa propia, y bueno, a fajarse para estar en forma en el torneo.
Los eléctricos, por su parte, permanecen en Argentina. Es algo especial que se busque en un país sudamericano para la pretemporada, pero así lo han preferido sus dirigentes y cuerpo técnico. Claro, por allá, en ese país, se respira fútbol por todos los costados. Y con el ejemplo de Messi ojalá se contagien en algo de la grandeza del petiso y brillante jugador.
Alguien me decía que los eléctricos se van a Argentina para cambiar de clima. Nadita de nada. Por estos tiempos en Buenos Aires y ciudades vecinas, como Tigre, hace un calor de subido tono.
Cuando una vez estuve por enero en el hotel Claridge, de la calle Tucumán, me la pasaba encerrado felizmente en un congreso, y salía a la calle Florida a caminar y se nos quedaban los tacos de los zapatos pegados en el asfalto.
Bueno, esperemos a los dos equipos guayacos que les vaya bien en su pretemporada y nos regalen en este 2013 un buen fútbol y títulos.