La flacidez que queda en el abdomen después de haber tenido varios embarazos o de haber bajado drásticamente de peso, no se la quita a una nadie.
Sin embargo, existe una técnica quirúrgica que acaba con la flacidez y las estrías. La abdominoplastia es una cirugía indicada para eliminar el exceso de piel en el área del abdomen, según el cirujano plástico Jorge Patiño.
Publicidad
Como hoy en día están muy en boga la cirugía bariátrica para reducir el estómago, las personas pierden peso de manera brusca y quedan con bastante piel colgante. La abdominoplastia ayuda a eliminar ese exceso y fortalecer el músculo.
Patiño explica que se hace una especie de corsé en el músculo para darle fuerza. Revela que hoy es común combinar la abdominoplastia con lipoescultura, procedimiento para dar contorno al cuerpo y eliminar cúmulos de grasa. “Son dos cirugías diferentes que se complementan, así se llama lipoabdominoplastia”, menciona el experto.
Publicidad
El cirujano plástico Difilo Vargas Díaz asegura que hay dos tipos de abdominoplastia. Una con transferencia de ombligo, la otra no. Es decir, que cuando la piel caída es en la parte inferior solo se necesita abdominoplastia inferior sin transferencia de ombligo.
Cuando la flacidez llega hasta la parte superior del abdomen se hace con transferencia de ombligo. Según Patiño, puede operarse cualquier persona mayor de edad, siempre que no tenga problemas médicos. Para esto hay que valorar bien a la paciente. “Una chica de 20 años por ejemplo no sería candidata porque todavía no tiene hijos”, advierte Patiño.
Vargas agrega que no deberían someterse a esta cirugía pacientes con problemas en su sangrado, añosas, con problemas cardiovasculares que toman anticoagulantes, aspirina o antiinflamatorios, y ciertas enfermedades endocrinas.
Patiño menciona que el médico debe evaluar y valorar cada caso y comprobar si el procedimiento que el paciente solicita le conviene o no pues agrega, no hay cirugía sin riesgo pero la abdominoplastia es un procedimiento de bajo riesgo.
Recalca que una cirugía en buenas manos (profesionales calificados), en un buen lugar, en el paciente indicado el riesgo es bajo.