EFE
MADRID.- El sumiller David Seijas, miembro del equipo de elBulli, propone 113 vinos para el 2013, una selección de caldos “fáciles de encontrar”, que le han aportado “una experiencia o sensación divertida” y, sobre todo, que “responden a las inquietudes de la gente de la calle”.

Vinculado a elBulliFoundation, el nuevo proyecto de Ferran Adriá, Seijas sugiere en este libro, editado por Grijalbo, caldos que le han “sorprendido” y siempre de las últimas añadas “para que no haya problemas en encontrarlos”, señala.

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Sus 113 propuestas se dividen entre aquellos mejores vinos “en relación a su precio y el placer que producen”, que oscilan entre 8 y 17 dólares; los “clásicos”, de entre $ 6 y $ 46, y los más apropiados para regalar y no fallar, de entre $ 25 y $ 79.

También incluye un apartado de vinos “comodín, versátiles” (de 13 a 66 dólares), otro de curiosidades para los que buscan “novedades, rarezas o pequeñas y limitadas producciones”; uno más a los que no se encuentran en España e incluso grandes vinos del mundo, cuyos precios oscilan entre $ 264 y $ 5.287.

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Encontrarán además vinos en función de su formato de presentación, espumosos y dulces, y un apartado para los apasionados de los utensilios relacionados con este mundo, donde recoge un “quitaetiquetas de botellas para los que quieren guardarlo todo”.

Desde el 2010, este sumiller elabora anualmente una selección de vinos para disfrutar durante el año –111 vinos para el 2011 fue galardonado con el Premio Internacional de Literatura Gastronómica– sin haber repetido una sola botella. Y le anima a continuar en el 2014.

Y es que, como dice su excompañero en elBulli, Ferran Centelles en el prólogo, es el ‘Harry Potter de los catadores’. Su secreto, dice Seijas, es añadir al talento innato “inquietud”, y que “el trabajo sea tu pasión, porque cuando te mueve lo que te gusta es fascinante”. Así, él dedica sus días libres a visitar bodegas o viajar en torno al mundo del vino.

Para acertar regalando una botella de vino, indica que, además del presupuesto, “algo muy importante hoy”, “se tiene mucho ganado si se conoce al destinatario y se le toca la fibra, para no regalarle un borgoña fino y elegante al que prefiere vinos más estructurados”. En caso contrario, “una bodega de prestigio nunca falla”.

Ante la subasta de la bodega de elBulli en abril del 2013 en Hong Kong y Nueva York, sugiere pujar por las botellas firmadas por Ferran Adriá y su socio Juli Soler “tanto porque ello supone un valor añadido como porque son las de mayor calidad”, así como por “los vinos que Juli compraba en Borgoña y allí los embotellaban para el restaurante”.

Receloso de revelar su trabajo en elBulliFoundation, donde vuelve a coincidir con Ferran Centelles, el también Premio Nacional de Gastronomía en el 2010 solo asegura que se le ha dado “la oportunidad de cumplir un sueño”.