Por Francis Pisani
.- Con objetivos distintos, innovadores e inversionistas del mundo se necesitan mutuamente. La dificultad, curiosamente, no recae –por lo general– en la falta de capital. En cada escala de mi vuelta al mundo, de Dakar a Recife, de Manila a Hong Kong, escuché casi exactamente la misma frase: “En este país hay dinero, pero quienes lo poseen se resisten a invertir en empresas virtuales o de riesgo”.