Pequeños detalles para una gran celebración
Aunque la mayoría de personas prefiere un enorme árbol de Navidad, la realidad habitacional, donde los espacios de las casas son cada vez más reducidos, impulsa a buscar alternativas decorativas. Un árbol pequeño o arbusto natural es una de las mejores opciones para evitar sobrecargar las estancias pequeñas, aconseja el interiorista Nino Touma, de Casa Phula.

En la decoración de este elemento, Touma sostiene que los accesorios serán los mismos que se usan en los de mayor magnitud solo que en menor escala e incluso se pueden agregar piezas más finas, para tornar la ambientación más elegante.

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La ventaja de estos árboles son su facilidad de adaptación. Pueden colocarse en la entrada de la casa, en la bufetera, en una mesa esquinera, o en el sitio que prefiera. Touma afirma que esta es la mejor elección para quienes disponen de poco tiempo.

Modernidad: las paredes cubiertas con adhesivos
El papel tapiz y el vinil popularizaron su uso en la década del 50 y recobraron vigencia durante los años ochenta, señala Rita Zambrano, de Decoratta. Y recientemente un elemento muy parecido a los antes mencionados, las pegatinas o viniles adhesivos, cobra protagonismo en la decoración actual.

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Una de las propuesta que brinda Zambrano para, además de ahorrar espacio, dar vida a las paredes de su vivienda son las pegatinas con diseños navideños. Árboles de múltiples modelos (grandes, medianos y pequeños), así como de diferentes tonalidades, son una opción muy creativa.

La pegatina, que funciona como una calcomanía, se la adhiere sobre la superficie limpia (sin ningún elemento) y esta puede pegarse y despegarse sin dañar la pintura o su textura, expone Zambrano.

Estas pegatinas se complementan a todos los estilos decorativos. Tienen diseños clásicos, minimalistas, modernos, entre otros, y se pueden colocar en todas las áreas de la casa.

Decoración atrevida para un estilo diferente
¿Se imaginó entrar a su casa y ver el árbol de Navidad en el tumbado? Aunque parezca una idea nada convencional, Nadia Balladares decidió salir de la rutinaria decoración de esta época y poner literalmente el ‘árbol de cabeza’.

“Al principio lo hice a manera de cábala para que representara las cosas buenas que quiero que vengan. Luego a mis amigos les gustó y me propusieron que les hiciera algo similar”.

Balladares, autodidacta en esta profesión, comenzó desde hace un año a variar decorativamente su casa, para optimizar los espacios. Es así que en el techado, gracias a dos ganzúas, se sujeta la base del árbol y luego se decora de manera vertical.

Otra de las características que lo diferencian son la ausencia de las ramas y sus complementos son sujetados para evitar que caigan.

“Se los intercala en medio de cada espacio y no toma más de un día arreglarlo por completo”, sostiene.

Balladares, quien ha realizado esta decoración a sus amigos, agrega que los adornos dependerán del estilo que desee representar.