Sergio Pérez
.- Fue un concierto de música romántica para parejas de avanzada edad que, seguramente, se enamoraron con la música de Nicola di Bari. Este famoso cantautor italiano, aparte de haber tenido un sinnúmero de éxitos en primer lugar, ganó el laureado Festival de San Remo en 1971 y 1972, colocándolo en la memoria colectiva de la farándula internacional.
El concierto arrancó puntual con la española Lola Massey haciendo un animoso pop-rock, apoyada por un tecladista-arreglista que ofreció una verdadera orquestación de fondo toda la noche. En un atuendo platinado, gorro incluido, Lola cumplió al captar la atención del poquísimo público asistente y cuando cantó, sin gritar, una balada pop más lenta, evidenció bonita voz.
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Y salió Nicola di Bari al escenario con saco, corbata y un amplio sombrero de ala ancha que, gracias a su buen estado físico, disimulaba su edad.
Di Bari se enmarca en la tradición del chanteur (o chanteuse en mujeres) que, durante la Segunda Guerra Mundial, transmitía mensajes de la resistencia, codificados en un canto-hablado al estilo Maurice Chevalier o Edith Piaf.
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Vagabundo mostró una voz gruesa, arenosa y siempre conversando con el público, recordando el cariño desde siempre en Guayaquil, “una ciudad afrodisiaca para mí”. La prima cosa bella mostró al cantautor, que no solamente toca el tema del amor romántico, sino el filial, en este caso, sobre su hija. Esto es una visión más amplia. También presentó a la banda, destacando especialmente a su arreglista y luego a su guitarrista, bajo y batería.
Rosa, una composición sobre su madre y la vida en un pueblito en el sur de Italia, también incluyó una conversación con todos los asistentes.
Il giorni dell arcobaleno , muy reconocible, provocó aplausos del público. A ratos aclaró su voz cantando más que hablando. Comme le viole, interpretada con fuerza y convicción, estuvo dedicada con visión amorosa, conmovedora, a su esposa.
Alternando al italiano cantó en español un cover favorito, una gran canción de amor llamada Solamente una vez, demostrando sinceridad inusual, motivo de su éxito tan prolongado. Aunque siempre la canta, nunca la grabó. Durante esta canción Di Bari fue solamente acompañado por una extraordinaria guitarra clásica española cuando el guitarrista dejó la eléctrica a un lado.
Trotamundo fue un rock and roll. Candilejas, cantada en italiano, ofreció el mejor canto del artista, demostrando que cuando quiere aclarar su garganta, sí puede. Di Bari transmite sinceridad, convicción, cualidades que percibe el público que aún aplaude.
Datos
Nicola Di Bari, cuyo verdadero nombre es Michele Scommegna, nació el 29 de septiembre de 1940. En sus canciones se encuentra a menudo el tema de la emigración y el sentimiento de apego a la tierra natal.