El champán quizá sea la bebida favorita obvia en esta ciudad de yates y propiedades al lado del mar, pero un licor en gran medida olvidado ronda a esta ciudad.
Más de 150 años después de que la última de las 22 destilerías de ron de esta ciudad cerrara sus puertas, las calles aún llevan los nombres de prominentes familias fabricantes de ron.
Publicidad
Los navegantes aún prefieren tomar Dark and Stormys, un coctel hecho con ron oscuro Gosling’s y cerveza de jengibre, después de una carrera hacia la Isla Block. Un barco llamado Rum Runner II lleva a los turistas en viajes diurnos.
“Uno habla con la gente y dicen que el ron era enorme aquí, pero cuando uno trata de obtener los detalles, nadie sabe realmente por qué”, dijo Brent Ryan, director ejecutivo de la Newport Distilling Company.
Publicidad
Después de revisar los archivos de la Sociedad Histórica de Newport en busca de recetas y métodos de producción antiguos, Newport Distilling empezó en 2008 a producir el Thomas Tew Rum, el primer licor legal hecho localmente desde 1842, y la apuesta de Ryan para poner al ron de Newport de nuevo en el mapa. El año pasado, empezó a venderlo en todo el estado.
Una historia similar puede escucharse a lo largo de la costa de Nueva Inglaterra desde Maine hasta Nantucket, Massachusetts, y hasta el oeste en Bekshires. Más de media docena de destilerías han abierto en los años transcurridos desde que Newport Distilling empezó, resucitando una industria regional.
“Antes había muchas destilerías en Massachusetts, incluso en Boston”, dijo Maggie Campbell, destiladora en Privateer Rum en Ipswich, Massachusetts, “Es algo que se ha perdido un poco”.
El ron, un destilado de caña de azúcar o un subproducto como la melaza, puede producirse casi en cualquier lugar, como otros licores basados en ingredientes que pueden ser fácilmente importados. Y conforme ha crecido el interés en la destilación artesanal, han surgido nuevos productos en muchas partes de Estados Unidos.
Pero la concentración de destiladoras en Nueva Inglaterra es inusual, reflejando la rica – y en algunas formas notable – conexión de la región con la bebida.
Inventado en las Indias Occidentales en el siglo XVII, el ron causó sensación en las colonias americanas, donde los destiladores empezaron a importar melaza y crearon rápidamente una industria importante.
En su clímax en 1770, las colonias importaban 23 millones de libras de melaza caribeña, muchas de las cuales se convirtieron en ron en las 159 destilerías de Nueva Inglaterra. El estilo variaba ampliamente, pero se decía que era más espeso y menos dulce que su primo caribeño.
Casi todo el ron se producía para consumo interno, pero una pequeña cantidad se vendía en el exterior, en parte a comerciantes de esclavos africanos en lo que se conoce como comercio triangulado: Mercaderes enviaban ron a África Occidental a cambio de esclavos para venderlos en el Caribe; ahí se compraba azúcar y melaza y se enviaba a Nueva Inglaterra para la producción del ron.
Cuánto ron fue intercambiado por esclavos sigue siendo un tema de discusión; muchos historiadores contemporáneos dicen que las viejas afirmaciones de que el ron fue la columna vertebral del comercio de esclavos han sido exageradas.
“Se desarrollaba algo de comercio, pero no era tan vibrante o tan vital como parece en la imaginación popular”, dijo Wayne Curtis, autor de “And a Bottle of Rum: A History of the New World in Ten Cocktails”.
Parte de la razón de que la mayor parte del ron se quedara en casa era su calidad. Los rones hechos en Medford, Massachusetts, eran bien considerados, pero para la mayoría de la gente el valor del ron de la región estaba en su bajo precio.
“El ron de Nueva Inglaterra no siempre se conoció por sus sabores similares al coñac”, dijo Mathew Perry, fundador y presidente de Turkey Shore Distilleries, también en Ipswich.
Para principios del siglo XIX, la industria había caído en una marcada declinación. Los británicos impidieron el acceso a la melaza barata, mientras que el interior rápidamente en expansión de la nación dio a los estadounidenses una fuente casi inagotable de granos, los cuales usaban para producir whiskey.
“Así que, en el siglo XIX, el whiskey reemplazó al ron como la bebida preferida de los estadounidenses”, dijo Curtis.
La mayoría de las destilerías de Nueva Inglaterra cerraron en el siglo XIX, aunque el último productor importante, la destilería Lawrence en Medford, siguió operando hasta 1905, cuando sus dueños adoptaron la causa de la Prohibición.
Quizá fue inevitable que, con la demanda de la actualidad de alimentos y bebidas tradicionales de producción local, el ron de Nueva Inglaterra recibiera una segunda oportunidad. Y aunque es demasiado pronto para decir existe un estilo de Nueva Inglaterra, los nuevos rones tienen mucho en común.
Todos se producen en alambiques, que producen licores más robustos y con más sabor, y son añejados en barricas de roble, con mayores oscilaciones de temperatura que en St. Croix o Barbados. El resultado es un ron más seco que el típico, con una tonalidad terrosa y amaderada.
“No es lo que se espera de un ron caribeño”, dijo Perry. “Es un poco más ahumado, un poco más como el bourbon”.
Sin embargo, a diferencia del bourbon o el tequila, el ron tiene pocas reglas. En realidad, lo que une a los destiladores de ron de Nueva Inglaterra no es tanto el producto como su interés compartido en explorar la historia de la manufactura del ron regional en busca de inspiración.
Algunos, como Bully Boy y GrandTen, producidos en Boston, usan melaza residual, que es relativamente baja en azúcar y produce un ron oscuro y salado que sus fabricantes dicen es similar al estilo histórico.
Otros, como Privateer and Turkey Shore, usan melaza Grado A, la cual, según dicen los productores de ron, se asemeja mejor a la melaza usada en el siglo XVIII, cuando el proceso de extracción dejaba más azúcar.
Incluso hay un debate sobre cuál es la levadura históricamente más autentica para convertir la pasta de azúcar en alcohol: GrandTen ha estado cultivando levadura silvestre extraída del aire de Nueva Inglaterra, se puede decir que el método más auténtico posible, aunque también el más difícil.
Si el ron de Nueva Inglaterra sigue el curso típico de una industria innovadora, los destiladores eventualmente se decidirán por el enfoque estándar, produciendo un estilo estándar. El siguiente paso es lograr que los consumidores lo reconozcan.
Ryan, de Newport Distilling, comparó el estado de la destilación de ron de Nueva Inglaterra con la producción de vino estadounidense en los años 70.
“Se tuvo que enseñar a la gente cuál es la diferencia entre el pinot noir y el merlot antes de poder empezar a decir: 'Este es del Valle del Río Ruso y éste de Sonoma”, dijo. “Si podemos llegar a ese siguiente paso en el que el ron de Nueva Inglaterra esté en esta categoría en que sea reconocido, eso sería asombroso”.