Park Jae-Sang es hoy un ícono global de la música. Hasta julio pasado su fama no traspasaba las fronteras de su natal Corea del Sur. Desde el inicio de su carrera artística dio de qué hablar, pues en su país lo multaron por los contenidos “inapropiados” de sus melodías. Ante su insistencia de entonar temas sobre sexo y placer, sus álbumes continuaron, pero restringidos para menores de edad.

El nombre real del surcoreano continúa siendo extraño para algunos, pero no así su seudónimo artístico, PSY. Él es el intérprete de una canción que ya es un fenómeno mundial: el Gangnam Style. La melodía se ha popularizado, en gran parte, por su ritmo y por el carisma de su ‘neurótico’ autor de 34 años (PSY proviene de la palabra ‘psycho’, abreviatura en inglés que significa psicópata).

Publicidad

En YouTube la canción, que empezó a ser famosa primero en el continente asiático, tiene más de 600 millones de visitas y más de 4 millones de ‘me gusta’; fue con esta última cifra que PSY logró ingresar al libro Guinness de los récords, dejando sin posibilidad de ese logro al grupo LMFAO y a los solistas Adele y Justin Bieber. En su web, la revista Forbes publicó el mes pasado que el tema llegará en YouTube a los mil millones de visitas en diciembre y que se convertirá en el primer video en lograr esa hazaña.

El Gangnam Style no es romántico ni tiene un enfoque universal que busque inspirar a la humanidad como, por ejemplo, la canción Imagine, que compuso John Lennon y con la que el fallecido artista imaginaba un planeta viviendo en paz y armonía. Al contrario, PSY toma como referencia el nombre de un exclusivo barrio surcoreano, Gangnam, donde abundan los lujos. En su hit dance-electrónico-rapero va deshilachando frases que incitan a dejarse llevar por el placer y el deseo, específicamente el sexual.

Publicidad

En un fragmento dice ser “un chico que se vuelve loco cuando llega el momento indicado”, y en otro que gusta de esa chica, aparentemente inocente, pero que “juega” cuando hay que jugar. Estos contenidos se revelan de una forma irreverente en el videoclip de Gangnam Style. Entre cómicas situaciones, y otras peculiarmente lujuriosas, el artista canta, hace coreografías y no teme hacer el ridículo.

El ritmo que acompaña a este ‘baile del caballo’, conocido así por los pasos que acompañan el coro de la canción en la que PSY parece montar un equino, ha sido esencial para que la epidemia Gangnam se expanda, pues el solista canta en coreano, un idioma que se habla básicamente en este país y afuera por muy pocos. Es por eso que, más allá de entender la letra, sus seguidores se dejan llevar por el ritmo que ofrece PSY. “Estaba con los coreógrafos en el estudio. Llevábamos treinta noches de trabajo y pensábamos en el siguiente paso, ya que en Corea mi baile genera grandes expectativas. La presión era mucha”, dijo el cantante en una entrevista del The New York Times, respecto a cómo nacieron los pasos de su melodía que ya ha sido parodiada, que ha generado flashmobs (acciones organizada en la que personas se reúne en un lugar público para hacer algo inusual) y que también ha enganchado a famosos.

Los deportistas Novak Djokovic o Sebastian Vettel, las cantantes Britney Spears o la Spice Girl, Mel B; los actores Hugh Jackman o Kevin Hart, la presentadora Ellen DeGeneres, el secretario general de la ONU Ban Ki-moon, o Eric Schmidt, presidente ejecutivo de Google, son algunos personajes que se han hecho eco del Gangnam Style y han tratado de imitar el paso equino del surcoreano.

PSY ingresó hace varios años a la Universidad de Boston y al Berklee College of Music (EE.UU.), pero jamás terminó sus estudios, pues aseguró en una ocasión que las clases empezaban demasiado temprano y que por eso pasó cuatro años en primer curso. Sin embargo, ahora se arrepiente de su decisión. “No sé nada de armonías ni nada de eso, de modo que me cuesta mucho componer un tema”, manifestó PSY en una entrevista reciente que publicó El Clarín.

Jae-Sang se ha convertido en uno de los máximos exponentes del K-Pop, la música popular surcoreana, que incluye géneros dance, electrónico, hip hop, rap, rock, R&B, principalmente. Pero la fibra filarmónica más íntima de PSY se decanta por el rock, sus referentes pertenecen a ese género: Bon Jovi, Aerosmith, Guns N’ Roses, Queen. El solista de esta última, Freddie Mercury, es su ídolo. Luego, para llegar al sonido con el que hoy envuelve al mundo se ha basado en música de Eminem, Tupac, Dr. Dre o Snoop Dogg.

Aunque Gangnam Style se convierta en el mayor éxito de PSY y luego él sea parte del pasado o pierda popularidad paulatinamente, como sucedió en su época con artistas como Los del Río y su Macarena o con Las Ketchup y su Aserejé, quienes al igual que el surcoreano popularizaron los pasos de sus canciones, el artista no debe preocuparse por su bienestar económico. Con su melodía ha acumulado una fortuna que ronda los $ 10 millones.

El tema de PSY, para quien beber es su mayor pasatiempo, está incluida en su sexto trabajo discográfico, PSY’s Best 6th Part 1, que tiene una peculiar portada, en la que una vez más se demuestra la excentricidad del artista: él, caricaturizado, vestido de sirena y en una pose que forma el número 6.

El álbum contiene su éxito Gangnam Style, pero sus otras melodías aún no se popularizan a la escala de su tema estrella. Eso no es impedimento para que el surcoreano atraiga cada vez más fanáticos: tiene más de un millón de seguidores en Twitter y cerca de 3 millares de ‘me gusta’ en Facebook; ‘cabalgando’ ha llegado al número uno de las listas musicales británicas con su éxito y este es el segundo preferido, hasta la fecha, en las listas de Estados Unidos.

El nombre de su cuenta en el microblogging es @psy_oppa. En Corea, como muestra de respeto, las mujeres suelen llamar de esta manera (‘oppa’) a los hombres mayores, ya sean sus familiares o amigos. PSY se identifica con este término, lo utiliza frecuentemente y con este finaliza la última parte su hit: “Oppa, Gangnam Style”.

$ 10
Millones es la fortuna aproximada de PSY, gracias a su canción.