El crédito directo, opción de financiamiento que ahora empujan los almacenes comerciales después de que se prohibiera la emisión de tarjetas de crédito, puede significar un interés de entre 15% y 16,30% sobre el valor de la compra, dependiendo de las tiendas.

Esto equivale al tope establecido por el Banco Central (BCE) para los intereses en los créditos de consumo.

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Un ejemplo es que al comprar una refrigeradora que al contado puede costar $ 772,10, con crédito directo a once meses significaría cancelar $ 1.033,69, es decir, $ 263,59 más. Una cocina que al adquirirla en efectivo vale $ 798,97, con crédito directo puede llegar a $ 905,94 con los intereses.

El sistema de crédito directo, usado por los almacenes de electrodomésticos y juguetes, es requerido principalmente por clientes que no cuentan con amplio historial crediticio.

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Alberto Acosta Burneo, editor de la publicación Análisis Semanal, explicó que las empresas ajustan su tasa de interés considerando factores como el hecho de compensar la inversión de riesgo que realizan y generar rentabilidad por la colocación de fondos de la empresa.

Actualmente, los almacenes que trabajan con crédito directo ya han adaptado su estructura para atender a los usuarios, luego de que en julio la Superintendencia de Compañías eliminara la posibilidad de entregar tarjetas de crédito.

Para adquirir crédito directo los locales solicitan datos como la cédula de identidad, planillas de los servicios básicos, referencias familiares, roles de pago o garantes.

Esteban Faúndez, gerente de Crédito Pycca, aseguró que este método de venta “es una forma de facilitar a los clientes el adquirir productos, que de otra manera no pudieran hacerlo”. Agregó que los intereses se rigen a lo presentado por el BCE. El almacén cobra 15,20%.

Para conseguir más clientes, esta cadena ofrece a los nuevos usuarios de crédito directo un descuento del 10% en la primera compra.

En almacenes La Ganga, en cambio, al diferir a trece meses el pago de las últimas dos cuotas son gratuitas. Esta firma trabaja con interés del 16,30%.

Mariuxi García, directora de ventas de la empresa, señaló que el 90% de sus ventas se financia con crédito directo, el otro 10% consiste en pagos en efectivo o tarjeta. Pero este año la expansión de este crédito se ha contraído 7%. En el 2010 y 2011 la expansión era del 15%.

A partir de la supresión de las tarjetas crediticias, los almacenes también han buscado opciones para agilizar la concesión de crédito. Coral Hipermercados invirtió $ 20 mil en instalar lectores de huellas dactilares para identificar a clientes con acceso a crédito en las cajas de sus locales, según Santiago Villacrés, de CoralCard.

Otros optan por pedir la cédula de identidad o llenar formularios por cada compra.

Acosta Burneo señaló que durante la época navideña los compradores deben evitar el uso excesivo de los créditos y tarjetas, pues se puede caer en sobreendeudamiento.