El deportista austríaco Felix Baumgartner ha superado la velocidad del sonido en su caída libre desde 39.045 metros de altitud, al alcanzar una velocidad máxima de 1.342 kilómetros por hora
Aquí van algunas claves sobre el proyecto:
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- Cápsula, globo de helio y traje presurizado. La cápsula estuvo diseñada para proteger a Baumgartner durante su ascenso, porque lo hizo hasta los 39.045 metros, desde los que saltó. La nave pesa 1.315 kilos, tiene 3,4 metros de alto y 2,5 metros de ancho.
La mayor parte de su estructura es de fibra de vidrio reforzada y poliepóxido. La cubierta externa está especialmente creada y presurizada para aguantar las temperaturas de hasta 70 grados bajo cero que hay en la estratosfera.
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La cápsula fue elevada por un gigantesco globo que, en su momento de máxima extensión, medía 180 metros de largo y que requirió de alrededor de dos horas y media para inflar sus 849.500 metros cúbicos de volumen.
La película sintética que conforma el globo es muy delicada, ya que el plástico en el que está fabricado es de apenas 0,002 centímetros de grosor, diez veces más fina que las bolsas de plástico para congelar alimentos.
Los diez operarios que trabajan en desplegar el globo usaron guantes de algodón para no dañarlo, ya que una vez abierto no se puede volver a utilizar. La velocidad de ascensión fue de alrededor de 300 metros por minuto. La misión central siguió el globo en contacto con las autoridades estadounidenses de aviación civil.
Baumgartner contó también con un traje presurizado para protegerle de las condiciones extremas en la estratosfera. El salto fue por encima de la denominada "Línea de Armstrong", a 19.200 metros, un punto donde la presión del aire es tan baja que sin el traje, todos los fluidos corporales se evaporarían.