Pattie Mallette tenía 18 años y vivía en un albergue para jóvenes embarazadas tras años de abusos sexuales y depresión cuando tuvo un niño al que pensó que le pondría Jesse, pero cuyo primer llanto sonó como una canción. Cuando llegó al mundo, el bebé parecía más como un Justin y su apellido no fue Mallette. Es Bieber.