¿En qué circunstancias falleció el policía Edwin Efrén Calderón Landeta?
Él estaba trabajando tranquilamente en el sector de La Marín, en Quito, y en la noche del 30 de septiembre del 2010 me llamó a las siete de la noche y me dijo que ya se había acabado todo; pero el teniente a cargo del lugar le pidió ir a revisar el mercado Central porque supuestamente estaban saqueando, comprobaron que no era cierto y se quedaron unos minutos en la esquina, en esos momentos pasó un carro de militares y los acribillaron, así lo mataron a mi hijo.

A casi dos años de aquel día, ¿usted tiene claro quién o quiénes fueron los responsables de la muerte de su hijo?
Aún no se puede esclarecer el fallecimiento de mi hijo, porque el señor presidente de la República (Rafael Correa) ha dicho que esos juicios clasifiquen, pero a favor de él y no de los policías que asesinaron.

El señor presidente nos ofreció que mi hijo sería héroe y que en Ibarra (donde estaba radicado por más de 20 años) sería ascendido post mórtem a cabo primero de la Policía y que iba a dar una bonificación por la muerte de mi hijo, pero nada de eso se ha cumplido.

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¿Hace qué tiempo le hicieron esos ofrecimientos?
Cuando falleció mi hijo, el mandatario nos llevó a la Presidencia de la República y nos dijo que iba a hacer todo lo que le estoy diciendo, pero ha pasado el tiempo y nada.

Mi hijo fue asesinado injustamente (una bala le impactó en la zona del tórax y le provocó sangrado a nivel pulmonar) y fue inocente, por esa razón creo que el señor presidente de mi hijo se ha olvidado.

¿Pero usted no acudió a la Fiscalía para averiguar lo que pasó con el caso de su hijo?
No sé a quién acudir, y no he podido ir a Quito porque soy una mujer sola; era mi hijo quien me mantenía, pues era el último de mis hijos y vivía conmigo.

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Él hizo un curso de ascenso a cabo segundo de la Policía. Todo esto hemos explicado y el presidente dispuso que se ascienda a cabo primero, y que en Ibarra iba a ser célebre porque fue muerto injustamente, y que para toda la nación mi hijo sería considerado un héroe; sin embargo, nada de eso se ha cumplido.

¿Pero ninguna autoridad la ha visitado, por ejemplo, un ministro o el gobernador de Imbabura?
Al inicio sí, se acercaron a decirme que por medio del Miduvi (Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda) me iban a dar una casa, en verdad me hicieron una casa pequeñita de dos cuartos, media sala y una cocina pequeña, pero luego me tocó hacer nuevas paredes porque estaba mal hecha, y como no he tenido más dinero, aún no termino de tapar la casita.

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¿El Estado no la asiste con una pensión económica?
No, nada. Como mi hijo meses antes de su muerte se casó, todo lo que tenía de la Policía recibió la esposa. Yo digo a lo mejor así son las leyes, pero yo me estoy muriendo en la pobreza y enferma, porque estoy quedándome ciega.

¿Qué pide al Gobierno a los dos años de la muerte de su hijo Edwin?
Yo le pido al Gobierno que por favor autorice que den una respuesta a los oficios que mandan de la Fiscalía a los militares para saber quién asesinó a mi hijo. Quisiera que el presidente me ayude para que salga a la luz el asesinato de mi hijo, y que me ayude económicamente, porque yo vivía de mi hijo. Cuando estaba enferma, siempre se preocupaba de mí, en cambio ahora estoy sola.

Justamente, ayer (martes pasado) conversé con el señor que investiga el caso y me dijo que todo está listo, pero que los militares no responden. Me dijo que coja abogado para tramitar más rápido, pero ¿de dónde voy a pagar al abogado?

¿Pero qué pasa con sus otros hijos?
Tengo tres hijos más, pero ellos ya tienen sus familias, sus compromisos y sus necesidades; que tal vez ellos desearían que yo les ayude, pero no tengo recursos para hacerlo.

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¿Sus hijos no la ayudaron a realizar algún trámite?
No, porque uno de ellos es militar y tiene miedo; mis dos hijas son profesoras y también tienen miedo de que el señor presidente tome represalias contra ellos. Como son empleados del Gobierno, ellos temen. Por esa razón, ellos dicen que no pueden meterse en nada; y por eso el presidente se ha olvidado de mi hijo, como no hay quién se pare adelante.