AP-EFE
SEATTLE, EE.UU..- El venezolano Félix Hernández, llamado Rey Félix, lanzó el primer juego perfecto (sin hits ni carreras) de los Marineros de Seattle y el número 23 en la historia de las Grandes Ligas, al maniatar el miércoles a Mantarrayas de Tampa Bay con una magistral joya de pitcheo para la victoria 1-0.
Lo que siempre buscó sin miedo. Y ahora Rey Félix puede presumir del logro supremo. Finalmente alcanzó la perfección que persiguió desde que debutó a los 19 años, con su cara de niño, cabello rizado y gorro que nunca podía acomodarse bien.
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El as llanero, de 26 años, ya no tendrá que pasar noches pensando si este sería el momento en el que lograría la joya principal del béisbol.
El de Hernández fue el tercer juego perfecto en las Mayores en esta campaña, uniéndose a Philip Humber, de los Medias Blancas de Chicago, en abril pasado, y a Matt Cain de San Francisco, en junio. El perfecto de Humber fue ante los Marineros, mientras que Cain lo hizo frente a los Astros.
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“Siempre lo tenía en mente, en cada juego. ‘Tengo que lanzar un juego perfecto’. Es algo que cada pitcher aspira. Ocurrió y es algo especial. No tengo palabras para explicarlo. Esto es muy grande. No pasa todos los días”, dijo Hernández.
Los fanáticos con camisetas amarillas en una sección del estadio Safeco Field que se conoce como la ‘Zona del Rey’ empezaron a corear su nombre al inicio del octavo inning. Todo el público se puso en sintonía en un momento apoteósico.
Los gritos y vítores alcanzaron su pináculo cuando Hernández tiró un tercer strike para ponchar a Sean Rodríguez y dar rienda suelta al festejo.
La labor del venezolano constó de 113 lanzamientos, 77 strikes contra 27 rivales, y dejó en 2,60 su promedio de efectividad. Hernández dominó los bates enemigos lanzando todo su repertorio, pero enfocando sus envíos en la bola rápida, con la que logró velocidades de poco más de 144 km y en los cambios de velocidad.
1991
28 DE JULIO, CON EXPOS
El nicaragüense Dennis Martínez fue el primer latino en lanzar un juego perfecto en Grandes Ligas. Cy Young, en 1904, con Boston, logró el primero de la historia.