AFP-EFE
BAB AL HAWA, Siria.- En el norte de Siria los revolucionarios locales han visto llegar, a veces con recelo, a grupos de yihadistas sunitas extranjeros para sumarse a su lucha contra el gobierno del presidente Bashar al Asad. Pero si el enemigo es el mismo, las motivaciones son diferentes.

A Bab al Hawa, un puesto fronterizo con Turquía tomado la semana pasada por el Ejército Sirio Libre (compuesto en su mayoría por desertores), llegaron combatientes de países árabes o musulmanes.

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Mientras que a Alepo, en donde el Ejército sirio acumuló ayer importantes cantidades de tropas para lanzar una ofensiva inminente de gran envergadura destinada a recuperar el control de esta ciudad, vinieron del extranjero entre 1.500 y 2.000 rebeldes para prestar apoyo a otros 2.000 presentes ya en el lugar.

El bloqueo de sanciones en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas contra el régimen sirio y la cercanía de ese país con Irak han facilitado que varias células del grupo terrorista Al Qaeda se hayan infiltrado entre los grupos opositores, publicó ayer el diario El País.

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La supuesta presencia de Al Qaeda preocupa a EE.UU. y sus aliados. La revuelta de 17 meses ha permitido que diversos yihadistas operen de forma continuada en Siria y que hayan formado ya su propio grupo, que emplea iguales tácticas y recurre a la misma propaganda que la red terrorista.

Altos funcionarios del Departamento de Estado y de la Casa Blanca dan por hecho que hay células yihadistas que operan de forma independiente junto con grupos que EE.UU. considera legítimos, aunados en el Consejo Nacional Sirio.

En febrero pasado, el líder de Al Qaeda, Ayman Al-Zawahiri, envió un comunicado en el que hizo un llamamiento a los yihadistas de Oriente Próximo a que acudieran a luchar a Siria.

En la provincia de Hama, un rebelde que se presenta como Abu Amar y se dice al mando de 1.200 hombres declara sin ninguna ambigüedad: "Jamás permitiremos que Al Qaeda se instale aquí, y mataremos a esos combatientes si intentan hacerlo. La revolución pertenece a los sirios".

Sin embargo, los testimonios demuestran que varios sitios web publican llamados de islamistas a unirse a las revueltas.

El Pentágono no descarta que haya miembros de Al Qaeda en Siria, pero no cree que tengan mayor influencia, según dijo su portavoz, George Little.

En tanto, unas cien personas murieron ayer en los ataques contra los feudos opositores, sobre todo en Alepo y en la periferia de Damasco.

Mientras, la Cancillería argentina informó que ayer fueron evacuadas unas 25 personas del país sudamericano residentes en Damasco.