Patricia Villarruel
MADRID.- Cuando en el 2007 Hilda C.L. compró su vivienda de 47 m² por $ 239.000, asumió el compromiso de pagar una mensualidad de $ 1.300. Cinco años después, sus ingresos solo le permiten abonar $ 187. Es la propuesta de alquiler social que la ambateña trasladó a Bankia para que no la desahuciara del piso en el que habita con sus cinco hijos.