De un día a otro aparecieron los malestares: enrojecimiento, inflamación, irritación de la piel, picor y escamas. Claudia Bermejo, una universitaria de 30 años, no sabía qué hacer, pues notó que áreas de su cuerpo como el tronco, los codos, las rodillas y hasta el cuero cabelludo empezaron a verse afectados con esos síntomas.