EFE
JOHANNESBURGO, Sudáfrica.- Los huesos del león sudafricano, utilizados para elaborar pócimas tradicionales, se han convertido en el nuevo negocio de las mafias asiáticas que se dedican al tráfico del cuerno de rinoceronte, al que también se le atribuyen propiedades medicinales en Asia.

El aumento de la demanda en los mercados asiáticos, en sustitución de la
osamenta de tigre, ha elevado el precio de un esqueleto de león de los
4.000 dólares en 2010 a los 10.000 dólares este año, según la web la ONG
británica Lion Aid.

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"Aún no sabemos cuáles pueden ser las consecuencias del incremento de
este comercio con los leones salvajes", reconoce Jo Shaw, especialista en comercio y tráfico de especies del Fondo para
la Protección de la Vida Salvaje del África Austral (EWT, por sus siglas
en inglés).

EWT anunció que realizará un estudio, junto a la Universidad de Oxford,
para analizar el impacto de la demanda asiática.

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En tanto, los conservacionistas temen ahora que los felinos
sudafricanos, unos 20.000 en estado salvaje, se conviertan en un negocio tan lucrativo como el de los
rinocerontes, cuyo cuerno alcanza precios superiores a los del oro en algunos mercados negros asiáticos.

"El comercio de huesos de león es una realidad en Sudáfrica, y se ha
incrementado desde que la caza de tigres se ha hecho cada vez más
complicada", asegura Kelly Marnewick, especialista en felinos de
EWT.

Otra preocupación es que se comience a cazar a otras especies más sensibles, como leopardos
o guepardos, ya que es casi imposible distinguir unos huesos de otros, enfatiza la conservacionista sudafricana.

Para tratar de frenar el tráfico de los huesos de león, una organización que propone acciones ciudadanas en favor de causas
sociales, Avaaz, busca un millón de firmas para exigir al presidente de
Sudáfrica, Jacob Zuma, que prohíba su venta. Lo hace mediante una campaña a través de la red social Facebook, y ya ha logrado casi 650.000 rúbricas desde el pasado 28 de junio.

"Cientos de leones sudafricanos están siendo descuartizados para la
fabricación de falsas pócimas sexuales para hombres asiáticos, pero una
campaña global puede parar este cruel comercio", indica la web de Avaaz.

Los expertos, añade Avaaz, temen que el incremento del valor de los
huesos de estos mamíferos acabe por desencadenar la caza furtiva de los
20.000 leones que viven en estado salvaje en África.

El nuevo objetivo de las mafias se evidenció el pasado mes de septiembre, cuando la Policía sudafricana logró desbaratar la mayor red de tráfico de cuernos de rinoceronte hasta la fecha, en la que participaba un criador de felinos, que se dedicaba a la falsificación de permisos de caza para ambas especies.