muchos nos ha pasado que  a la hora de tomar una decisión nos mordemos las uñas, miramos el cielo o lanzamos una moneda, con tal de determinar una respuesta afirmativa o negativa.

La psicóloga clínica Lorena Montesdeoca señala que lo más importante de aprender a decidir es tener la certeza y los argumentos suficientes para garantizar que la determinación tomada era la más viable. “Es cierto que podemos equivocarnos, pero la experiencia la va borrando”.

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La experta señala que para no cometer errores es necesario tener fijo un objetivo.

“Los objetivos crean desafíos y le dan a la actividad de la gente una orientación común. Saber cuáles son los objetivos da libertad y claridad para tomar decisiones dentro de las responsabilidades que se tienen asignadas en cualquier aspecto de la vida”.

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Montesdeoca indica que para dejar la indecisión es recomendable tener información sobre lo que se desea, ya sea en lo laboral, familiar, etc. 

“Siempre debe haber un equilibrio entre lo disponible y lo deseable. Las preguntas “por qué”, “quién”, “qué”, “cuándo”, “dónde” y “cómo” representan una lista de control de los asuntos sobre los cuales tenga que elegir”.

Cuando se tiene que tomar una decisión, siempre es tentador elegir la opción más obvia. Pero muchas veces una de las respuestas menos evidentes es la que ayuda a alcanzar los objetivos deseados.

“Para poder tomar decisiones de modo efectivo hay que aprender a buscar bajo la superficie y descubrir ideas innovadoras. Cuando haya pensado en todas las opciones posibles, entonces sí, reduzca las alternativas sobre la base de los criterios de decisión”.

La psicóloga indica que para las decisiones de rutina o urgentes puede tener que hacer esta evaluación rápida y de modo informal, guiándose por su experiencia y sentido común.

“Para las decisiones más problemáticas que tendrán efecto significativo sobre su vida le resultará útil abordar el proceso de evaluación de modo más sistemático”.

Tomar una decisión no es el fin del proceso. Hay que actuar y luego verificar si las cosas funcionan como se las pensó.

“Hay varios motivos, por los que es importante monitorear los efectos de una decisión una vez que se ha implementado. Les demostrará a los demás que usted tomó seriamente la decisión y está decidido a hacer que funcione y en el campo laboral, familiar o personal se notará”.

Ahora si las cosas no salieron como esperaba no se encierre en la melancolía, recuerde que de los errores se aprende y en la próxima decisión que tenga que tomar tendrá más cautela.