QUITO
.- Un cielo despejado cobijó a las 06:18 de ayer el aterrizaje del primer vuelo comercial de prueba en la nueva terminal aérea de Quito, ubicada en la parroquia Tababela; un Boeing 757 de American Airlines (AA) con capacidad para 100 pasajeros estrenó la pista.

La aeronave salió del aeropuerto Mariscal Sucre, en el norte de la capital, y demoró 9 minutos en aterrizar en Tababela, al nororiente. A su llegada fue recibida con un arco de agua.

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A bordo, autoridades aeronáuticas y algunos directivos de medios de comunicación, 60 en total, fueron testigos del ejercicio de vuelo. Con este, el aeropuerto cuenta con la autorización para realizar aterrizajes demostrativos antes de su inauguración oficial.

"Luego de haber realizado las inspecciones previas en el sitio y con los informes técnicos favorables me permito entregar la autorización para el inicio de los vuelos de demostración que se le otorga al nuevo aeropuerto internacional de Quito", dijo ayer en la mañana Fernando Guerrero, director general de la Dirección de Aviación Civil.

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Según un informe de Quiport, la construcción de este aeropuerto tiene un avance del 95,13% y se prevé que reemplace a la actual terminal el próximo 12 de octubre.

La nueva terminal cuenta con una pista de 4.100 metros de largo y está a poco más de 7 mil pies de altura, que permitiría realizar vuelos directos a Madrid, Ámsterdam, Nueva York, Chicago, Sao Paulo y Los Ángeles, detalló ayer Philippe Baril, gerente de la concesionaria Quiport.

Baril indicó que el nuevo aeropuerto tendrá una capacidad de carga de 250.000 toneladas, el doble de lo que soporta el Mariscal Sucre, y que además tiene una proyección para ampliarse a 10.000 metros cuadrados, según las necesidades.

Agregó que la colocación de bandas de equipaje está casi lista, los puentes de embarque y desembarque ya están instalados, y los edificios de catering, carga, Cuerpo de Bomberos, Policía Nacional, y otros, están por concluir.

La estructura es capaz de soportar un sismo de 9 grados en la escala de Richter y tendrá una protección contra incendios para resistir hasta 700 grados de temperatura.

La superficie total del nuevo aeropuerto, cuyo nombre está en proceso de selección entre Mitad del Mundo y Mariscal Sucre, es de 1.500 hectáreas, y entre las expectativas está recibir a unos 5 millones de pasajeros al año.

La torre de control es de 41 metros de altura, considerada la más alta de Latinoamérica.