Los seguidores de la época dorada del rock vivieron la noche del martes pasado una velada llena de recuerdos, emociones y buena música, en el concierto que el cantautor británico Roger Hodgson dio en Quito.

Los 9 °C de temperatura y la ligera pero pertinaz llovizna sobre Quito no detuvieron a los fans de Hodgson, quien volvía a los tres años al país.

En los graderíos del Ágora de la Casa de la Cultura Ecuatoriana se podía ver a familias enteras. En algunas había hasta cuatro generaciones reunidas para escuchar la aguda voz del vocalista de 62 años, quien se convirtió en el referente de la legendaria agrupación de rock progresivo y rock pop Supertramp, en las décadas de los sesenta, setenta y ochenta.

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El concierto empezó a las 20:30 con la banda Flashback, que hizo un tributo a los también británicos Queen. Clásicos como Radio Gaga, Under Pressure y We Are the Champions subieron el ánimo de los presentes.

Una hora después, a las 21:30, las luces del escenario del Ágora se apagaron completamente y un golpe de teclado dio inicio al clásico Take The Long Way Home (1979), provocando la euforia de los seguidores de Hodgson, quien mantiene la voz intacta.

Con un español básico dijo “hola, Quito” y en inglés aseguró que Ecuador y su gente le parecían grandiosos, mientras se golpeaba el pecho. La segunda canción y con guitarra en mano fue School, de 1974.

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Luego se dirigió al fondo del escenario, donde lo esperaba un piano fabricado por el luthier ecuatoriano Luis Verdugo, con el que interpretó la balada Lovers in the Wind y después vino Breakfast in America, tema con el que Hodgson dejó en claro que no experimenta con su repertorio.

Logical Song levantó de sus asientos a todos los asistentes, entre ellos al secretario de Comunicación, Fernando Alvarado, quien llegó cuando se había superado la hora del concierto y la sinfónica The Fools Overture invitó a más de uno a dejar volar su imaginación.

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A las 23:00, la banda que acompañó al vocalista –compuesta por un baterista, un teclista y un saxofonista– abandonó el escenario, pero los silbidos de los fanáticos devolvieron a Hodgson, quien cantó Give a Little Bit y cerró el espectáculo con la romántica It’s Raining Again.

Uno de los asistentes, Francisco Durán, agradeció que Hodgson interpretara las canciones que gustan a sus seguidores, mientras los hermanos Joaquín y Anabella Rodríguez discutían si este concierto superó o no al que el cantante y compositor británico ofreció en Quito en el 2009.