Una vez que el presidente Rafael Correa decretó el estado de excepción en Guayas, Manabí, Los Ríos, El Oro y Loja, por los efectos que causa el invierno, el Ministerio de Finanzas anunció que había comenzado a transferir $ 40 millones para afrontar esa contingencia.
De estos, $ 15 millones están destinados para los cinco consejos provinciales y los municipios de las provincias que constan en el decreto de excepción (30% para los consejos y 70% para los municipios).
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Pero estas transferencias, que se dieron entre el jueves y el viernes pasados, no satisfacen a algunos alcaldes, especialmente al de Chone, Ítalo Colamarco Vera. Su ciudad es una de las más afectadas por la etapa invernal, pues lleva siete inundaciones en casi un mes. La última se dio el pasado martes, cubrió el 90% de la ciudad y fue la más grande después del fenómeno El Niño.
Colamarco aclaró que los recursos que empezaron a llegar les pertenecen a los cabildos y forman parte del Fondo de Desarrollo Seccional (Fodesec) del año 2010, los cuales estaban pendientes, y que ahora fueron asignados para “defenderse de la caótica situación en la que se encuentran por el invierno”.
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El personero dijo que a Chone le llegaron $ 162 mil. La novedad que encontró –dijo– es que esos recursos son de reliquidación que el Gobierno central debía hacerle con emergencia o sin ella, pero esa cifra no alcanza para paliar las múltiples necesidades que actualmente tiene el cantón.
Colamarco agregó que desde que Chone sufrió la primera gran inundación hasta la fecha, el Cabildo ha invertido cerca de $ 800 mil en la compra de provisiones para atender a los damnificados, equipamiento para los organismos de socorro y alquiler de maquinarias.
En busca de respuestas, el funcionario acudió el pasado viernes a las dependencias de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) para entregar su plan de emergencia. En este pide siete estaciones de bombeo para evitar las inundaciones en el sector sureste de la ciudad; la construcción de muros de gaviones, desazolve del río y otras obras que permitan enfrentar el fuerte invierno, las que están valoradas en 5,5 millones de dólares.
Colamarco dijo que está a la espera de que María del Pilar Cornejo, secretaria de Riesgos, cumpla con los dos ofrecimientos puntuales que hizo en su visita a Chone el pasado martes: una bomba de succión y una planta de agua potable portátil. Espera que la Senagua haga la limpieza del antiguo canal de encauzamiento y construya muros de gaviones en la zona rural, que es competencia de esa cartera de Estado.
Mientras, la situación sigue crítica en Chone, sobre todo en sectores como Badeal, donde ayer todavía había más de un metro de agua, igual que en los barrios Tacheve, Recreo, Bowen, Las Marías y Almendros.