AGENCIAS-REDACCIÓN
RÍO DE JANEIRO, BRASIL.- En Brasil la fiesta del carnaval se inició el viernes e incrementó entre el sábado y ayer, con coloridos desfiles, comparsas, disfraces y samba.

Hoy, por ejemplo, se prevé que trece grandes escuelas de este ritmo propio de los cariocas desfilen en vistosos carros alegóricos por los sambódromos de Río de Janeiro y Sao Paulo, las dos ciudades brasileñas de mayor impacto carnavalero. A estas acudirán, en su orden, las actrices estadounidenses Jennifer López y Sharon Stone, quienes se sumaron como invitadas especiales a las fiestas carnavaleras.

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López, que protagoniza un comercial de una marca de cerveza, desembarcó al mediodía de ayer en el aeropuerto internacional de Río de Janeiro en compañía de su novio, el bailarín Casper Smart, con quien luego salió al balcón del hotel donde se hospedan para saludar a sus seguidores.

Ella presenciará los desfiles de las escuelas de samba de Río de Janeiro desde un palco de la empresa cervecera para la cual grabó el comercial exhibido desde hace varias semanas en las televisiones brasileñas.

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Mientras que a Salvador, capital del estado de Bahía (noreste) llegó la noche del sábado como invitada especial la actriz Sharon Stone para ver pasar a las orquestas que día y noche recorren las calles de esa localidad por los festejos.

Cordao de Bola Preta, el mayor y más tradicional desfile callejero del carnaval de Río, invadió el fin de semana el centro de la ciudad a ritmo de samba y cerveza, y reunió a más de 2,3 millones de fiesteros con los más variados disfraces.

El sábado, en un día de sol radiante, la maratón de samba y cerveza comenzó a las 07:00 y duró más de seis horas. La multitud avanzó bailando y cantando tras cuatro camiones de sonido por las avenidas del centro de Río.

Hubo hombres en pañales, hombres disfrazados de Caperucita Roja, amigas vestidas de "diablitas", un jubilado disfrazado con manto púrpura y bordados dorados, amigos vestidos de bailarinas, con mallas y tutús rosas y accesorios femeninos, y otros pintados de azul de los pies a la cabeza, encarnaron a los Pitufos.

Más que originales, con disfraces de troglodita, de taxis y hasta un hombre disfrazado de llavero, de taparrabos y con una cortina de nailon transparente que le rodea el cuerpo, colgada de un aro circular de alambre colocado como sombrero.

Solo el fin de semana desfilaron en Río 171 blocos, y más de 400 durante todo el carnaval, que las autoridades esperan atraiga a unos cuatro millones de personas, incluido un millón de turistas. Otras ciudades brasileñas también celebran el carnaval en grande.