La conducta de gastar dinero sin ningún tipo de control se denomina
síndrome de desorden financiero y afecta tanto a hombres como a mujeres.

Los gastos no tienen que ser muy fastuosos para que se cree la
patología, sino que pueden ser gastos relacionados con pequeños
caprichos que con el correr del tiempo se van acumulando hasta poner en
serio riesgo la seguridad económica.

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El sociólogo Ricardo Sánchez señala que lo que “se debe hacer es
intentar averiguar el verdadero motivo que hace que una persona se lance
a comprar aquello que no necesita o que está fuera de su alcance”.

Es cierto que las tentaciones están a flor de piel cuando hay descuentos
y promociones, “muchos se dejan llevar por el estatus y gastan más de
lo previsto, sin darse cuenta que pueden caer en la bancarrota si no se
controlan”, dijo Sánchez.

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El experto señala que las personas deben valorar las cosas que realmente
importan y no dejarse llevar por la moda, “no hay que comprar cosas
innecesarias, si es preferible guarde las tarjetas de crédito.

Se debe
adquirir lo necesario y de seguro tendrá hasta para ahorrar”.