Los jueces de la Sala Penal de la Corte Nacional de Justicia (CNJ) Wilson Merino, Paúl Íñiguez y Jorge Blum tardaron una hora y cuarenta minutos en ratificar las sentencias de primera y segunda instancia contra EL UNIVERSO.

En la deliberación decidieron declarar improcedentes los recursos de casación y devolver el proceso al tribunal inferior, es decir al Juzgado 15º de Garantías Penales.

Esa ratificación de la sentencia significa una prisión de tres años para los directivos del rotativo: Carlos, César y Nicolás Pérez y el pago de una indemnización de $ 40 millones para el presidente Rafael Correa.

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Conocida la resolución, Correa agradeció a sus abogados Gutemberg y Alembert Vera, a su familia, a sus ministros y asambleístas y a los ciudadanos que acudieron a la Corte y lo apoyaron en las redes sociales y dijo que “el país está cambiando (...), ahora van a entender que la libertad de expresión ya es de todos”.

Hora y 40 antes de retirarse a deliberar, el juez ponente Wilson Merino hizo el último llamado a las partes para que lleguen a una conciliación. Mónica Vargas recordó que en la audiencia de segunda instancia el rotativo propuso al mandatario que envíe una carta con la corrección para su publicación en el Diario. Sin embargo, Correa señaló en esa ocasión que el tiempo de los caballeros pasó.

Esta vez ratificó que a esas alturas del proceso era imposible dar marcha atrás.

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La audiencia se llevó por alrededor de 15 horas. Los magistrados instalaron puntual la diligencia, a las 09:00.

Tal como ha sucedido en otras ocasiones, los funcionarios ocuparon las primeras filas del auditorio como una muestra del alto cargo que ocupan y de su respaldo al presidente.

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Ahí estaban Fernando Alvarado, María Fernanda Espinosa, Doris Soliz, Camilo Samán, Patricio Rivera, Érika Silva, Edwin Jarrín, Roberto Cuero, entre otros. Así como los asambleístas oficialistas Pedro de la Cruz y María Augusta Calle, entre otros.

La defensa de los directivos del periódico tuvo la palabra y recalcó que acudían bajo protesta porque los recursos de ampliación y aclaración habían sido negados sin que medie ninguna explicación jurídica.

El secretario de la Sala Penal, Honorato Jara, arrancó la audiencia dando lectura a la lista de abogados que intervendrían, por la parte acusadora: Alembert y Gutemberg Vera, y por la parte acusada: Xavier Zavala, como procurador judicial de EL UNIVERSO; y Mónica Vargas, Jorge Roditti y Hernán Salgado, en representación de Nicolás, César y Carlos, en su orden.

Jara no mencionó a los abogados del exeditor Emilio Palacio, lo cual motivó el reclamo de su defensa (Jorge Alvear), quien pedía su inclusión dentro de la casación.

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Pero el juez sustanciador de la causa, Merino, negó la posibilidad, toda vez que Palacio, según explicó, no constaba dentro de los autos del proceso como sujeto procesal. Por ello pidió a los abogados del periodista que abandonen la zona exclusiva para la defensa y los invitó a ubicarse entre el público, que en su gran mayoría eran funcionarios de Gobierno.

El primero en tomar la palabra fue Zavala, quien impugnó cuatro puntos de la sentencia emitida contra este Diario por el juez temporal del Guayas, Juan Paredes, y que fue ratificada en segunda instancia por la Corte Provincial de Justicia, con un voto salvado.

Zavala fundamentó su defensa a la Compañía Anónima EL UNIVERSO, que de acuerdo con las dos sentencias emitidas debe pagar $ 10 millones por indemnización al primer mandatario, argumentando la imposibilidad de declarar a las personas jurídicas como autoras de un delito penal.

A modo de ejemplo, el jurista señaló que en caso de un crimen no se puede juzgar al arma con el que se lo cometió, sea esta una pistola o un arma blanca, sino a su perpetrador. “El objeto es usado, no tiene voluntad”.

Al final de su intervención, que duró cerca de 50 minutos, Zavala hizo un llamado a los jueces de la CNJ para que con el fallo que emitan en casación, reivindiquen a la justicia ecuatoriana que, considera, ha sido golpeada durante este proceso y se ha convertido en “el hazmerreír a nivel internacional”.

Luego expuso la abogada Mónica Vargas, quien habló del “desdoblez” del presidente Correa durante el proceso planteado contra este medio y sus directivos.

Según ella, esta figura se concretaría cuando el jefe de Estado presenta la demanda a título de ciudadano común y corriente, “sin embargo, se beneficia de un tipo penal donde la víctima necesariamente debe ser una autoridad”, dijo la defensora.

Este tipo penal se refiere al desacato, que se contempla en los artículos 493 y 230 del Código Penal, una normativa que ha sido rechazada por tribunales internacionales a los que el Ecuador está adscrito.

Sobre este tema, el del desacato, también se refirió Emilio Romero Parducci, quien dijo que en la Constitución garantista aprobada en 2008 por este régimen, ya eliminaba este delito. Por lo cual lamentó que para juzgar a EL UNIVERSO y a sus directivos se lo use.

Romero también leyó parte del artículo de Palacio, ‘No a las mentiras’, que es el origen de la demanda penal por injurias planteada por Correa, y aseguró que en ninguna parte su autor imputa delito alguno al presidente de la República (por la sublevación del 30 de septiembre del 2010) y, más bien, invitó a los jueces a que lo analicen y se den cuenta de que se trata de un consejo al mandatario, por los efectos de la revuelta del 30-S.

Sobre la sentencia de primera instancia, el jurista aseguró que el juez Paredes miente al decir que dentro del estatuto de Diario se establece que los directivos sí tienen la potestad de vetar las noticias y editoriales que se publiquen en el rotativo. Este es uno de los argumentos para declarar a los hermanos Pérez como autores coadyuvantes del supuesto delito.

Los alegatos se extendieron hasta pasadas las 18:00 cuando Merino ordenó el tercer receso que aprovechó Campaña para ofrecer una rueda de prensa. También lo hizo el jefe de Estado, quien criticó la duración de los alegatos de la parte acusada. Señaló que esto buscaba “quemar tiempo”, y por eso hizo un llamado a los ciudadanos a realizar una vigilia.