Antes de incursionar en el canto, la manabita Johanna Carreño fue durante dos años modelo profesional, graduada a los 16 en la academia de Chantal Fontaine de Guayaquil. Esa experiencia nunca la olvidó, manifiesta, pues la seguridad que ganó al recorrer las pasarelas le permitió en lo posterior desenvolverse con naturalidad en los escenarios y ante el público.