Cada vez que Jaime Yacelga abre su computador portátil, en el angosto puesto de ropa otavaleña de su madre, la corta y adoquinada calle San Francisco se convierte en un improvisado auditorio que reúne a familiares, amigos y vecinos comerciantes que insisten en ver todos los videos recopilados del reality alemán, donde Leo Rojas resultó el nuevo Super Talento artístico.