Dos técnicos de Agrocalidad fueron trasladados a zonas del cantón Taisha, en la provincia de Morona Santiago, para ejecutar un operativo de captura, estudio y posible exterminio de las especies de murciélagos que mordieron a tres niños, quienes murieron contagiados con rabia y que tendría con esa enfermedad a otra persona.

Se conoció que se atraparían algunos ejemplares, se les colocaría una crema vampiricida y se los soltaría para que retornen a sus colonias y sean agentes de exterminio. Esta labor se realizará de manera paralela a la campaña de vacunación que cumplen brigadas del área de Epidemiología en los sitios de riesgo y donde unas 130 personas ya han sido vacunadas con siete dosis cada una ante el riesgo de la enfermedad.

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El veterinario Juan Collaguazo, coordinador de Agrocalidad en Morona Santiago, dijo que es difícil la tarea de exterminar a estos vampiros, ya que se refugian en cavernas en la selva. Sin embargo, aspira a tener “importantes resultados” debido a la experiencia de uno de los técnicos que es paraguayo y ha estado inmerso en tareas de persecución a estos animales en Perú. Acotó que se conocerán más detalles una vez que personal de Agrocalidad y del Ministerio de Salud retornen desde la zona donde solamente se llega por vía aérea.

Los hermanos Emerson (9) y Janeth (11) Sumpinanch Sumpa, oriundos de la comunidad Tarimias, cantón Taisha (Morona Santiago), fallecieron entre el jueves y viernes pasados a causa de la rabia originada por mordeduras de murciélagos. La asambleísta por Morona Santiago Diana Atamait (Pachakutik) señaló que 200 habitantes de allí estarían en peligro de adquirir la enfermedad si no son vacunados con celeridad.

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Unos 15 días antes, por igual motivo, murió Diana Nantip, de 5 años, de la vecina comuna shuar Tsurik Nuevo, parroquia Huasaga del cantón Taisha. Los decesos los confirmó Agustín Wachapá, coordinador del Subproceso de Salud Intercultural, de la Dirección de Salud de Morona Santiago.

Collaguazo explicó que el 15 de noviembre la Dirección Provincial de Salud informó a esta dependencia sobre los dos últimos casos. Agregó que los resultados de la autopsia habrían determinado la muerte por rabia silvestre ocasionada por la mordedura de un murciélago (Quiróptero Desmodus Rotundus), muestra que al momento reposaría en el laboratorio del Izquieta Pérez de Guayaquil.

Los hermanos Sumpinanch fueron llevados por su padre al hospital regional Vicente Corral Moscoso de Cuenca (Azuay). El niño de 9 años murió en esa casa de salud y la niña de 11 años, en el camino de vuelta hacia Morona Santiago, pues el padre insistió en llevársela.

Según Iván Feicán, director de esa casa de salud, el padre de los menores sabía que su hija también fallecería, ya que el tratamiento aplicado a los dos fue tardío. “Los niños llegaron luego de una semana de presentar fiebre, malestar de todo el cuerpo y pérdida de conciencia, síntomas comunes de una mordedura de animal contagiado con rabia”.

Antes de llevar de regreso a su hija a casa, el progenitor firmó un acta en la que reconoció la gravedad de salud de su hija. “Hicimos lo imposible para mantenerla hospitalizada, porque su pronóstico fue reservado y sabíamos que iba a fallecer, como ocurrió en su trayecto a Macas”, acotó.