QUITO
.- Con un coliseo Rumiñahui totalmente lleno, más de 15.000 asistentes, Marco Antonio Solís cautivó a los románticos capitalinos en un concierto que duró dos horas. La gira que lo trajo por primera vez a Quito, el viernes pasado, se destacó por ser "una noche de expresión total: se vale llorar, reír y bailar", dijo Solís cuando con su presencia en el escenario estimuló los gritos y aplausos de sus fanáticos.