AGENCIA-REDACCIÓN
QUITO.- Con la expectativa de interactuar más con su público y ganas de hacer turismo por el Panecillo y la Basílica de Quito arribó al país el cantautor mexicano Marco Antonio Solís, quien el miércoles mantuvo un encuentro con la prensa ecuatoriana.
Su visita es parte de la gira En total plenitud, la cual lo hizo ofrecer ayer en Loja el primero de los tres conciertos programados en Ecuador. El segundo es hoy en el coliseo General Rumiñahui de Quito y el tercero, mañana en el estadio Alberto Spencer de Guayaquil.
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Solís, también conocido en los escenarios por haber integrado en su país el grupo Los Bukis, se mostró jovial, sencillo y risueño. Señaló sentirse más que agradecido por el cariño y apoyo con el que lo han arropado su carrera.
Agregó que más allá de que los lugares en los que se presente estén llenos, le satisface que los asistentes se sientan contentos. "Me gusta el público participativo, que canta, que corea, que llora, que baila".
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Reveló que en sus repertorios trata de ser lo más variado y completo posible. Interpreta las canciones que ha popularizado como solista y también aquellas que se convirtieron en éxito con Los Bukis (que significa niños en un dialecto que se habla en el norte de México).
El cantante de 51 años, quien recientemente ganó un Grammy Latino a la mejor canción regional mexicana con el tema Tú me vuelves loco, aseguró que pese a que considera que estos premios son muy importantes -palmaditas de Dios, los llama- "hay que recibirlos con humildad, no con el ego; en esta carrera hay muchos egos".
A su juicio los premios verdaderos son el aplauso y la aprobación de sus fanáticos. No obstante, a lo largo de su carrera y en este año han sucedido cosas muy agradables: la estrella de Hollywood, que es muy especial en su corazón; su participación en Viña del Mar y la figura de cera que tendrá en su país y para la cual hace unos 10 o 15 días le tomaron las medidas. Todo es grato, pero a él lo que realmente le satisface es que el público esté contento.
Además de ser premiado, en la entrega de los Grammy, realizada en Las Vegas (EE.UU.), Solís tuvo la oportunidad de encontrarse con Shakira, con quien le gustaría grabar un dueto, así como con la española Natalia Jiménez, exvocalista del grupo Quinta Estación.
Entre los planes del artista también está formar un proyecto con la banda estadounidense Black Eyed Peas. Él descartó un reencuentro de Los Bukis porque todo tiene su tiempo en la vida. "Los segundos intentos obedecen más a negociaciones, no es una ilusión verdadera".
Agregó que fueron 20 años de trayectoria y 17 discos. "No es fácil tampoco continuar en un solo concepto de grupo, pienso que duramos bastante".
Espiritual más que religioso se confesó Solís, quien ha pedido para su camerino un altar con un Cristo. "Estoy al servicio de Dios con todo lo que hago".
Sostuvo que escribe las canciones con mucho amor y honestidad. "Yo no me siento a escribir, a concentrarme, a tratar de colocar frases ni de rimar, yo dejo que todo eso llegue y eso fluye en un momento de inspiración".
El artista no se define como un compositor sino como un receptor. "Todo está escrito".
Escenario
El cantautor estima haber compuesto unas 400 melodías, interpretadas por él y otros artistas.
Marco Antonio Solís está en Ecuador con una delegación de más de 35 personas, entre músicos, coristas, ballet e ingenieros de sonido e iluminación. Además de ser parte de una gira, sus shows se realizan para celebrar el primer aniversario de Canela TV.
Es la segunda vez que El Buki visita Ecuador y la primera que llega a Quito.
En la cita con la prensa, Solís anunció que reeditará algunos temas que no han sonado, incluso varios conocidos con arreglos más contemporáneos.
Si no te hubieras ido, a dúo con Maricela (1983); Tú cárcel, Más que tu amigo, Imposible dejarte de amar y Dónde está mi primavera, son algunas de las canciones del Buki.
Entradas en Guayaquil: $ 25 cancha, $ 50 preferencia, $ 90 vip, $ 140 golden box; de venta en Ecuticket (San Marino y Casa Tosi).