Definidas hace pocos días las acciones para que, hasta el 2015, Ecuador sea autosuficiente en producción de maíz amarillo duro, falta saber cuándo se pondrán estas en práctica, una vez que existe un convenio interministerial sobre el Plan de Mejora Competitiva de la Cadena de Maíz-Balanceados, elaborado junto con gremios de maiceros, acopiadores, balanceadores y productores de proteína animal.

En la exposición del plan –que fomenta principalmente el desarrollo productivo rural en apoyo de las políticas de soberanía alimentaria– un vocero de la industria dijo que ellos importan al año 315 millones de dólares de maíz y torta de soya para la elaboración de balanceados y que la demanda local y externa de proteína animal se ha duplicado en los últimos diez años, en la mayoría de las fuentes: pollo, huevos, carne de cerdo, camarón, pescado.

El Ministerio de Industrias y Productividad contrató la consultoría la empresa Inclusys, que determinó la problemática actual de la cadena de maíz y fijó 20 acciones básicas para hacer que el agricultor nacional no coseche 3 toneladas/hectárea, sino 6 como mínimo en promedio, mediante un crédito oportuno y suficiente, dotación de riego, entre otros apoyos que le corresponderán al Ministerio de Agricultura.

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También concibe el mencionado plan la implementación de un sistema estandar, formal y confiable de comercialización del grano, en el cual por primera vez se tendrá en cuenta a los acopiadores, eslabón básico de la comercialización que es el que en las zonas productoras –donde no operan las industrias– trata el grano para que cumpla la norma de calidad que se requiere para su proceso.

“Los acopiadores eran tachados como comerciantes explotadores del productor y por eso nunca han participado en los comités consultivos de la cadena, que serán reestructurados”, expresó Manuel Jiménez, presidente de la asociación que reúne a 70 acopiadores en El Empalme, Quevedo, San Carlos, Mocache, Ventanas y en las provincias de Loja y Manabí.

Acumulan una capacidad actual de almacenamiento de 150 mil toneladas.

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“Queremos llegar a una estabilidad de mercado, para que el agricultor tenga una venta segura y a un buen precio. Estamos convenciendo a los compañeros que aún mantienen una mentalidad especuladora que se unan para ofrecer un servicio confiable”, sostuvo.

En el esquema individualista que impera, según él, ya se han dado cuenta de que nadie puede comprar todo el maíz, producirlo, comercializarlo o almacenarlo y debe pensarse en un esquema asociativo.

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“Proponemos ser un canal más abierto para llegar a acuerdos con base a informaciones exactas. En la actualidad, del precio de sustentación de 16,50 dólares por quintal seco y limpio, el agricultor recibe $ 12, porque el intermediario le vende a un acopiador de papel que se lleva $ 0,50. Son asociaciones agrícolas que les prestan sus facturas para venderlo a industrias que quieren comprar lo más barato”, citó Jiménez.

Sostuvo que quieren prestar un servicio que en su opinión por quintal no debe ser menos de $ 0,80 y más de $ 1,20, establecido en la misma tabla de calificación y piden al Gobierno que los legalice con la entrega de la patente de funcionamiento como entes de acopio.

Más datos: Cadena Agroindustrial

24% del PIB
Esta cadena productiva representa cerca del 24% del PIB agropecuario nacional, y se estima que en el 2010 movió unos ocho mil millones de dólares.

Interés social
Alrededor de 80 mil familias campesinas que habitan en las provincias de la Costa están involucradas en la producción de maíz amarillo duro, calculada en más de 600 mil toneladas al año.

Ahorro económico
Al producirse el 100% de las necesidades de la industria de esta materia prima, se generaría un ahorro anual promedio de $ 100 millones a favor de la balanza comercial del país. En los últimos seis años las industrias gastaron $ 772 millones en compras del grano extranjero.