AFP
LOS ÁNGELES, EE.UU..- Un especialista en terapia del sueño dijo ayer que tratar el insomnio con propofol "es incomprensible", en referencia al sedante que el médico personal del cantante de pop Michael Jackson, Conrad Murray, suministraba al cantante, muerto en junio del 2009 por intoxicación de fármacos.

"Usar propofol para tratar el insomnio es incomprensible (...). Ni siquiera en el hospital, eso es una gran desviación de los estándares", manifestó Nader Kamangar, neumólogo y médico del sueño del centro médico UCLA.

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El propofol, que Jackson solía usar para conciliar el sueño y con el que estaba tan familiarizado que lo llamaba "leche" dado su color blanquecino, "se usa para sedación en casos de pacientes intubados", dijo Kamangar en el juicio contra Murray que se lleva a cabo en la corte superior de Los Ángeles.

Murray, quien enfrenta cuatro años de prisión si es hallado culpable de homicidio involuntario del Rey del Pop, asistía a Jackson desde hacía dos meses antes de su muerte el 25 de junio del 2009, mientras la estrella ensayaba en Los Ángeles para una serie de conciertos en Londres con su gira This is it.

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El doctor administró propofol al cantante en la mañana después de que otros sedantes (lorazepam y midazolam) no consiguieran hacerle conciliar el sueño. Luego se alejó del paciente para ir al baño y, al volver, lo encontró aparentemente sin vida.

"La combinación de hechos, particularmente el uso del propofol además del Ativan (lorazepam) en un paciente que no está siendo controlado, generó una tormenta perfecta", manifestó Kamangar. "Es una receta para el desastre", definió luego.

"La elección correcta en esa situación es que un experto evalúe al paciente, consultar a un psiquiatra (...), tratar el desorden de ansiedad subyacente", sostuvo Kamangar, interrogado por el abogado de la defensa de Murray, Michael Flanagan, sobre el insomnio crónico de Jackson.

"Solo consideraría administrar la forma oral (del lorazapam) como añadido al tratamiento del problema subyacente", insistió. El especialista también criticó a Murray por no haber llevado una historia médica sobre su paciente y no haber entrevistado a las personas cercanas a él para investigar las causas de su insomnio, como por ejemplo, a sus guardaespaldas.

Al término de su testimonio, subió al estrado Steven Shafer, un reputado anestesiólogo que trabajó veinte años para la agencia de control de medicamentos FDA y quien se explayaría sobre el propofol cuando se reanuden las sesiones el próximo lunes.