Las últimas filtraciones de cables diplomáticos en el portal Wikileaks confirmarían las sospechas del excandidato presidencial socialcristiano Xavier Neira: el retiro de su visado de no inmigrante por parte de la Embajada de EE.UU. en Ecuador, en noviembre del 2006, fue consecuencia de las presiones de la farmacéutica Pfizer y de funcionarios diplomáticos.

Por esos días, el estudio jurídico que Neira mantiene en sociedad con su hermano Jorge y Eduardo García ejercía la defensa de la empresa argentina Acromax en juicios contra Pfizer por las patentes (permiso para fabricación y distribución) del principio activo llamado sildenafil presente en medicamentos contra la disfunción eréctil. La marca de Pfizer es Viagra; la de Acromax, Max.

El entonces portavoz de la misión diplomática, Aaron Sherinian, señaló que su país prohíbe el ingreso a personas “sospechosas de corrupción pública incluyendo a funcionarios públicos o privados”, sin precisar los motivos por los cuales se había resuelto aquello.

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El cable 84975, clasificado como confidencial, detalla que la Embajada presentó al Departamento de Estado norteamericano, en mayo del 2006, la solicitud para revocar el visado a Neira, su hermano y su socio.

Se basó en “información sobre soborno y manipulación judicial, en el contexto de un caso de cumplimiento de la Ley de Propiedad Intelectual que involucra a Pfizer”.

Según el cable, también los abogados de la multinacional entregaron a la misión diplomática información sobre supuestos chantajes por parte de Neira a los jueces. Ellos no sabían que ya había iniciado por su cuenta ese análisis.

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La delegación “trabajó duramente para plantar semillas de dudas sobre si esa era la verdadera base de nuestra acción y la discusión se amplió de regreso a una campaña generalizada contra la corrupción”.

“Si el público hubiese entendido que nuestra acción se relacionaba con la protección a las compañías multinacionales americanas, hubiéramos sacrificado mucho de la fuerza moral e impacto”, reseña el cable, divulgado en agosto pasado por El Comercio.

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Neira señala que el texto muestra que él, su hermano y García fueron “víctimas de una colosal confabulación entre Pfizer y algunos diplomáticos americanos que violaron leyes para servir intereses de transnacionales farmacéuticas”.

El exdiputado entabló una demanda contra Sherinian y otros colaboradores de la Embajada en Miami; esta fue rechazada hasta que se cumplan algunos requisitos formales. Y ha solicitado varias veces y sin éxito ser recibido en la Embajada para pedir explicaciones sobre su situación.