AFP
PARÍS.- De vuelta después de tres años de ausencia, Lenny Kravitz publicará este lunes su noveno disco, Black and White America, en el que explora con más o menos éxito todos los periodos de la música estadounidense, desde el funk hasta el rap.
Black and White America es el último disco del cantante de 47 años. Lenny Kravitz explicó a la prensa haber empezado a trabajar sobre un álbum centrado en el funk, antes de que la inspiración lo llevara por otros caminos.
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Al final, "es mi disco más variado tanto desde el punto de vista de la música como desde el de la letra", estima el músico, que lo grabó durante dos años en Bahamas y luego en París.
En el disco, Kravitz explora todos los géneros musicales que marcaron a Estados Unidos en estos últimos 50 años: el rock de los setenta (Push), el de los ochenta (Rock star city life), el soul (Looking back on love).
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Este cantante, al que la crítica le reprocha su tendencia a mirar demasiado hacia el pasado de la música en detrimento del futuro, toca incluso al rap y al dancehall.
Para ello se ha rodeado de pesos pesados, como Drake y Jay-Z, con los que ya había colaborado. Pero visiblemente no está cómodo en estos géneros y el resultado es decepcionante.
El músico da lo mejor de sí realmente en las canciones funk, al origen del proyecto: Black and White America, que suena como un clásico de Sly Stone, o Superlove.
Como acostumbra a hacer, Kravitz evoca en numerosas canciones el amor y las mujeres, con un homenaje especial a las originarias de Bahamas en Boonguie Drop.
"Esta gente contaba su repugnancia por aquello en lo que se había convertido América, su repugnancia por tener a un comandante en jefe negro. Querían que América volviese 100 años hacia detrás", explica Lenny Kravitz.
"La canción habla de mi historia y de la situación racial. A lo mejor estamos evolucionando, pero mucha gente quiere agarrarse a sus viejas ideas", dice.