El ciudadano Édgar Coral presentó una querella por injurias calumniosas contra el presidente Rafael Correa, que fue aceptada por el conjuez de la Segunda Sala de lo Penal de la Corte Nacional de Justicia.
El señor Édgar Coral fue calificado por el presidente como “traficante de tierras” en uno de sus enlaces sabatinos.
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Por tratarse del presidente de la República para seguir el juicio se necesitaba la anuencia de la Asamblea Nacional, la que negó el pedido, con el voto de 60 asambleístas del partido oficial y algunos independientes. De esta manera no habrá juicio por injuria contra Rafael Correa.
Lo que queda claro es que en el Ecuador no todos los ciudadanos somos iguales y mucho menos frente a la justicia. El ciudadano presidente sí puede enjuiciar y obtener una sentencia rápida cuando considera que han lesionado su honor, pero no puede ser enjuiciado si un ciudadano piensa que él lo ha injuriado. ¿Somos todos iguales ante la ley? ¿Qué garantías tienen los ciudadanos si son ofendidos por quienes tienen poder?