“Mi amor, no te vayas, no me dejes sola, por Dios, me prometiste estar siempre conmigo”, era el grito desconsolado de Elizabeth C., quien lloraba sobre el féretro de Héctor Javier Arteaga Zambrano, de 21 años, que fue asesinado por un individuo desconocido la noche del pasado martes en uno de los barrios populares de la Portoviejo.