El artista británico Julian Beever, llamado el 'Picasso del pavimento', culminó este mediodía un dibujo en 3D de una caída de agua con tiza seca adherida al piso, que parece tridimensional e incluso da una sensación de vértigo.
Beever inició su trabajo el lunes, ante la mirada de cientos de curiosos, entre ellos jóvenes estudiantes de Arquitectura de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, que acudieron para apreciar en vivo y documentar el manejo de las perspectivas que Beever plasma en sus trabajos.
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“Vinimos por iniciativa propia, para ver todo el proceso artístico”, manifestó el martes Daniela Gallegos. “Me encanta su forma de trabajar. Es una técnica interesantísima de la que podemos aprender para bien de nuestra profesión”, señaló su compañero Carlos Knezevich.
Al igual que ellos, Josué, de 10 años, estaba junto con su papá, William Lindao. El menor, quien consiguió un autógrafo del Picasso del pavimento, aseguró que le impactó ver dibujar al artista británico. “Me gusta mucho su trabajo.
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Cuando sea grande quisiera pintar como él”, indicó el niño quien había preparado en una carilla de sus cuadernos de clase una leyenda que decía: “Welcome to Ecuador, Mr. Julian Beever”.
Beever, quien lleva más de 20 años haciendo este arte (además de murales y pinturas) utiliza un método llamado anamorfosis. Él dibuja con tiza creando dibujos en 3D en el pavimento. El método crea una ilusión óptica haciendo que sus dibujos en las calles desafíen las leyes de la perspectiva. El británico se vale, para la efectividad de su obra, de una cámara puesta sobre un trípode para tener una visión real de lo que está creando.
En una entrevista con la BBC, el artista reveló que decidió entrar en este mundo de la tercera dimensión después de ver el efecto que producían las baldosas cuando eran removidas del suelo. Y así comenzó a experimentar.
A Beever le toma aproximadamente 3 días (trabajando ocho horas diarias) terminar su obra aunque, señala, que factores como la lluvia pueden arruinar todo su trabajo. Agrega que cuando existen temperaturas frías en el lugar donde desarrolla su arte, usualmente se queda trabajando todo el día, mientras haya luz.
“Es muy exigente –físicamente– hacerlo. Actualmente ya no me arrodillo del todo, pues esto supone una enorme presión sobre el cuerpo. Tengo un banco en el cual me acuesto a eliminar parte del estrés físico”, manifiesta.
Inglaterra, Australia, Francia, Alemania, Holanda, México, España, Estados Unidos, Uruguay y Argentina son algunos de los países en los que Beever ha dejado plasmado su trabajo, recreando situaciones diversas, a veces jocosas, a veces terroríficas, inspiradas en en clásicos del cine o de las historietas, como una de Batman y Robin que efectuó en Londres, o en marcas mundialmente conocidas.
Este último caso se da en Guayaquil donde la obra, que puede ser apreciada en la plaza Rocafuerte, está basada en las marcas auspiciantes: 220V y Sony.
Beever, quien viene con motivo de las fiestas julianas, no realizará otras actividades como charlas o seminarios, señaló Daniela Riera, ejecutiva de la agencia Bonding (mentalizadora de la visita del artista).