Una misión de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) llegará al país en las próximas semanas para acompañar el debate de la Ley de Comunicación, que se retomó en la Asamblea tras la consulta del 7 de mayo.
Así lo anunció el presidente de ese gremio, que agrupa a los representantes de los principales diarios de la región, Gonzalo Marroquín, quien estuvo de paso en la ciudad, invitado por la Cámara de Comercio de Guayaquil.
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La SIP ha expresado varias veces su preocupación por la libertad de expresión en Ecuador. ¿Cree que el problema persiste?
Hace algunos años detectamos que hay un acelerado deterioro de la libertad de expresión en varios países de la región, como Venezuela y Ecuador; y eso no ha cambiado. Por eso declaramos el 2011 como el Año de la Libertad de Expresión. Si bien todos los años esa lucha es nuestro faro, teníamos que hacer algo más.
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¿Qué es ese “algo más?
La estrategia que hemos adoptado es hacer un llamado de conciencia a la población para que se dé cuenta de que este deterioro no es un peligro solo para la prensa, sino para la democracia.
¿Esta estrategia obedece a que los llamados de atención a los gobiernos no les han dado resultados?
Los mismos gobiernos están legislando en contra de la prensa, como Venezuela, Ecuador, Bolivia y Argentina. Para ellos no hay ningún principio que tenga valor. Sabemos que los llamados que les hemos hecho nosotros y otros organismos, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, no son escuchados. Pero si las sociedades caen en cuenta de que silenciar un medio o un periodista les afecta, van a reaccionar. Cuando la libertad de expresión termina se empiezan a vulnerar el resto de libertades.
¿Y qué reacción esperan?
No estamos llamando a una revolución. Lo que queremos es que la gente abra los ojos y ya no sucedan cosas como la que pasó en Ecuador hace pocas semanas: en la consulta popular la población votó por normas que vulneran la libertad de prensa.
Pero el hecho de que en las preguntas 3 y 9 de la consulta (referidas a la limitación de la propiedad de los medios y la creación de un Consejo de Regulación) el Sí haya ganado con poco margen, ¿significa que la sociedad ecuatoriana está despertando?
No. Lo que creo es que hubo una manipulación muy hábil en la comunicación del Gobierno que causó confusión: la gente no entendió la dimensión y la profundidad de esas reformas. Esas son las cosas que nos preocupan y que esperamos que con el tiempo se vayan corrigiendo... Hay que recordar que los gobiernos autoritarios y las dictaduras pasan. A veces están más tiempo de lo que uno quisiera, pero finalmente se van.
Lo que se resolvió en la consulta es mandato popular y será recogido en normas legales. ¿Qué le preocupa a la SIP de la Ley de Medios que se debate en la Asamblea?
Lo más preocupante es la creación de un ente controlado por el Gobierno que decida sobre los contenidos. Es una suerte de censura legal. Lo que tendremos entonces será una información dirigida por el Gobierno. Lo que pretenden es borrar a la prensa independiente bajo la premisa de que el que maneja la información tiene el poder.
¿La SIP ha tenido acercamientos con el Gobierno para plantear sus preocupaciones?
Hemos pedido audiencia con el presidente Rafael Correa, pero no nos reunimos con él porque estaba fuera del país. Visitamos a autoridades del Gobierno, el Congreso, la Corte... Estamos pensando que la discusión de la Ley de Medios y la situación en general del país amerita la visita de una misión de la SIP.
¿Y qué hacen esas misiones?
Nos reunimos con diferentes sectores del Estado, de la sociedad y de la prensa, para tener una idea clara de lo que pasa. Nosotros reconocemos que no tenemos una vara mágica para resolver estos problemas, pero pretendemos ayudar a que se encuentren caminos. Lo importante es no claudicar en la lucha por los principios.