Freddy Macas
PORTOVELO, El Oro.- Una nueva tragedia vive el sector minero de Portovelo. Los obreros peruanos Edwin Arcise More Córdova, de 18 años, y Allan Jesús Ruiz Paredes, de 16, murieron asfixiados a 300 metros bajo tierra. Los cuerpos fueron localizados y extraídos a las 16:30 del lunes pasado en la mina Cimpe S.A. (Compañía Industrial Minera Pacheco Espinoza).
Ellos habían ingresado a laborar el lunes a las 09:30, a 300 metros de profundidad, y tenían previsto regresar luego de las 16:00, pero no lo hicieron con el resto de compañeros. Entonces empezó la búsqueda.
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Un grupo de obreros y personal técnico de la minera recorrieron las galerías y hallaron los cuerpos en un acceso de unos cuatro metros, donde no había oxígeno. Yorky Patiño, jefe técnico de la mina y un grupo de obreros hallaron los cadáveres tendidos en medio de las rocas y cerca de ellos el barreno con el que laboraban.
"Ellos han ido al lugar sin autorización y al parecer han tratado de robar el material y el área no estaba habilitada con aire o ventilación", aseguró Patiño. No obstante, compañeros de las víctimas dijeron que ellos eran empleados de la mina y que en el lugar había gases producto de las explosiones.
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"Ellos habrían fallecido a eso de la una de tarde, por la rigidez; la causa fue asfixia mecánica por confinamiento", afirmó ayer el médico legista Eduardo Romero, quien realizó las autopsias. Edwin era el barrenador de la mina y el menor de edad cumplía la tarea de ayudante. Ellos no tenían visa de trabajo y el sueldo oscilaba entre los 15 y 20 dólares diarios.
Prefelina Córdova, madre de Edwin, dijo que junto a su hijo vivía en el barrio Machala Alto, en Portovelo, y ahora debe anticipar el retorno de toda su familia a su tierra, Piura.
El padre de Edwin también labora en la mina. Con él serían unos 40 peruanos que lo hacen en la Cimpe, la mayoría irregularmente por la falta de visa de trabajo. Los padres de Allan Jesús Ruiz Paredes, de 16 años, hasta la tarde de ayer no llegaban al cementerio de Zaruma.
El cónsul de Perú en Machala, Efraín Saavedra, llegó ayer al mediodía al cementerio de Zaruma y afirmó que los mineros fallecidos no estaban regularizados y ratificó que Ruiz era menor de edad. En la mina laboran unos 40 peruanos y unas 20 ecuatorianos, según los administradores, que ayer ofrecieron la ayuda económica y los gastos de funeraria.
El fiscal de Zaruma, George Espinoza, y la Policía Judicial realizaron el levantamiento de los cadáveres e investigan el caso. Este accidente se da a ocho meses del derrumbe de la mina Casa Negra. Allí murieron cuatro mineros, dos estuvieron atrapados siete días en una mina y fueron localizados pocas horas después de su muerte.