La sesión del Consejo Nacional Electoral (CNE) de ayer, para autorizar la prórroga de 48 horas a la Junta del Exterior, terminó en otro capítulo de acusaciones entre sus vocales.
El presidente del organismo, Omar Simon, le reclamó a la consejera Marcia Caicedo por un mensaje que ella difundió en su cuenta en Twitter, la madrugada del 8 de mayo, pocas horas después de la consulta, que decía: “Los quiteños se despiertan y gritan No al fraude fuera del CNE”.
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Esa madrugada, los opositores Gilmar Gutiérrez (SP) y Luis Villacís (MPD) irrumpieron en el centro de cómputo del CNE y denunciaron que hubo un fraude electoral, dada la presencia de actas con inconsistencias.
Simon calificó el mensaje en la red social de “gravísimo” y junto al vocal Fausto Camacho desafió a Caicedo a que aclare si tiene una cuenta en Twitter y si dicho mensaje era, en efecto, de su autoría.
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Pero ella calificó de ataque la actitud de Simon y Camacho, y aseguró que en ningún momento ha usado la palabra “fraude” para referirse a las irregularidades durante el proceso. “Tendrán que probarme mi autoría (la del mensaje)”, dijo.
La discusión subió de tono cuando Caicedo acusó a Simon de ocultarle información sobre las inconsistencias del proceso. Simon lo negó.
“Se busca dejarme como mentirosa, idiota. ¡Respetémonos!”, pidió Caicedo, a lo que él contestó: “Sí, respetémonos”.