En el sector El Calvario, de la parroquia Octavio Cordero, ubicada a unos 20 minutos de Cuenca, ocurren diariamente deslizamientos de tierra en una superficie de 100 hectáreas.
El fenómeno natural, que ocurre desde hace varios años, se produce en las noches y poco a poco afecta a los sembríos y viviendas de la zona.
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Juan Alvarado, director provincial de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR), manifestó que una falla geológica antigua sería la causante del denominado “macrodeslizamiento” que perjudica a la comunidad, además las constantes lluvias presentes en el Austro agravan la situación.
“La estación invernal provocó la formación de una laguna de considerables proporciones en la parte alta de la montaña, esto hace que la situación se agrave”, comentó Alvarado.
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Debido a los deslizamientos constantes existen alrededor de 40 viviendas afectadas, 2 de ellas están totalmente destruidas e inhabitables.
Sin embargo, los habitantes no fueron evacuados a excepción de una familia que decidió abandonar su vivienda por cuenta propia, ante la amenaza de una desgracia.
Según el funcionario de la SNGR, la Municipalidad de Cuenca, el Miduvi y el MIES realizan análisis para mitigar la situación de las familias de la zona y además efectúan trabajos de investigación para evitar que sigan los deslizamientos.
En el sector, varios son los voluntarios que ayudan en la tarea del levantamiento catastral para identificar a los habitantes cuyas casas se encuentran en peligro.
Norma Tamay y su vecina Rosa Paucar recorren los terrenos de sus vecinos para ubicar los problemas causados por los derrumbes.
En la casa de María Manuela Nacipucha los daños que constataron sus vecinas son evidentes; el baño de la casa cada día se hunde en la tierra.
Con pala en mano, Luciano Nacipucha, esposo de María, intenta remover unas piedras para que la construcción retome el nivel del suelo.
“Estamos fregados con esto, cada día se hunde la casa, también las chacras desaparecen”, comentó el anciano mientras ayudado de palos y cuerdas intenta nivelar la construcción.
Debido a los movimientos de tierra, las redes de energía eléctrica fueron afectadas. Varios postes de alumbrado público se partieron en dos y dejaron a los moradores sin electricidad por unos quince días. El problema fue superado por la Empresa Eléctrica Centro Sur, entre el martes y la tarde de ayer.
“Esto es terrible, no sabemos qué hacer ni adónde ir porque no tenemos nada más que nuestra tierra y la casita”, comentó entre lágrimas María Aurora Guamán mientras limpiaba el cuyero abandonado durante una semana debido a la falta de energía eléctrica y a las lluvias en la zona.
Hasta la tarde de ayer, técnicos de la Prefectura del Azuay realizaron trabajos de inspección en el sector El Calvario para calcular la magnitud de los daños, por lo que se espera que emitan un informe en las próximas horas.
Más datos: Panorama
Canal de evacuación
Maquinaria de la Prefectura laboró ayer en la construcción de un canal para desfogar el agua lluvia empozada en la zona poblada. No llueve desde el lunes pasado en el sector.
Pérdida de animales
Los habitantes del sector El Calvario han perdido algunos cuyes y gallinas por dedicarse a retirar los enseres de sus casas y trasnochar donde vecinos.