La caída de ceniza ha sido continua desde el 20 de abril pasado y ya merma cultivos, provoca daños en casas y carros y amenaza la salud de la población, que reclama atención de las autoridades. Esto llevó a los alcaldes de cantones aledaños al volcán Tungurahua –en proceso eruptivo desde hace once años– a reunirse en Baños para gestionar ayuda y así atender a sus jurisdicciones.