Con una alegría que no puede ocultar, la escritora quiteña Edna Iturralde revela que su nombre se encuentra en la lista de candidatos al Premio Memorial Astrid Lindgren (ALMA) 2012, que se entrega por el aporte al desarrollo de la literatura para niños y jóvenes y es considerado uno de los más importantes a nivel mundial en este género. Su nominación a este premio, instituido por el gobierno de Suecia en el 2002, es promovido por la sección ecuatoriana de la Organización Internacional para el Libro Juvenil (IBBY por sus siglas en inglés) y llega cuando Edna publica Llevo 3.000 años pintando. La historia de Oswaldo Guayasamín, una de sus obras más anheladas por la admiración que la autora guarda hacia el pintor. Iturralde habla sobre este libro y también sobre sus nuevos proyectos como escritora.

¿Qué le motivó a escribir la biografía novelada de Guayasamín?

Porque es un referente de los pintores ecuatorianos y su obra es universal. Guayasamín ha llevado el nombre del Ecuador muy en alto y es importante que los niños sepan, a través de una novela, quién fue este maestro pintor.

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¿Qué tiempo le tomó recabar la vida del maestro?
Fueron dos meses de arduas investigaciones que se facilitaron porque la Fundación Guayasamín me proporcionó videos, cartas y también pude hablar con algunos de sus familiares. A eso le añadí mi fantasía para los niños. Yo conocí al maestro Guayasamín de lejos, alguna vez lo vi en su estudio cuando trabajé como guía turística, pero no tuve la oportunidad de conversar con él.

¿Qué cosas nuevas de Guayasamín descubrió haciendo esta novela?
Muchas cosas, sobre todo de su niñez. Por ejemplo, cuando era jovencito se peinaba con brillantina y se hacía la línea en el centro como Carlos Gardel. Era muy romántico, llevaba serenatas a sus novias y que su primer amor fue una niña que tenía 13 años cuando él tenía 12.

Tampoco sabía que fue mal alumno y fue expulsado de cuatro colegios porque se distraía pintando caricaturas de sus maestros, esas cosas que hacen a un ser humano más cercano al resto.

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Guayasamín fue discriminado en su niñez. ¿Eso marcó su obra?
Efectivamente, a pesar de ser mestizo fue discriminado por llevar un apellido resonantemente indígena. Pero personalmente creo que lo que más influyó en su obra fue la muerte de un gran amigo en la Guerra de los Cuatro Días, y haber sido él quien descubrió el cadáver. Por eso es su afán de llevar un mensaje de paz denunciando la guerra.

¿Este libro por quién puede ser leído?
La maravilla de hacer literatura infantil es que, finalmente, puede ser leída por todos. En realidad está pensado para niños desde los 11 años, y por lo tanto puede leerlo el adolescente, el joven y el adulto interesado en conocer cosas nuevas de este referente de la sociedad ecuatoriana.

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¿Qué espera generar en el lector con esta obra?
Además de que se valore al artista, es importante que recuperemos la autoestima. Los ecuatorianos y mucha gente en el mundo tiene tendencia a pensar solo en negativo y esa es la actitud que hay que cambiar. Este no es un libro didáctico, tiene una gran dosis de aventura y otros ingredientes infaltables como el misterio, el romance y la tolerancia.

¿Con la lectura de Llevo 3.000 años pintando se puede llegar a dimensionar la obra de Guayasamín?
Solo una parte, por eso creo que luego de leerlo los maestros deberían llevar a los chicos a la Fundación Guayasamín para que vean su obra y expliquen las razones y situaciones en las que pintó cada etapa.

¿Comparte la idea de que en Ecuador se lee poco?
Eso no es verdad. Las maestras y maestros ecuatorianos están llevando la bandera de la lectura. Los niños cada vez leen más y la lectura infantil y juvenil está muy fuerte. Pero ahí hay dos factores muy importantes que deben ser tomados en cuenta: los niños necesitan libros para leer y hago un llamado para que los padres consideren eso y puedan tener una biblioteca pequeña en su casa; y por otro lado que los maestros sean lectores y lectoras para que promuevan este hábito.

¿Piensa en una nueva biografía novelada?
Ahora estoy concentrada en escribir Miky Risoto y el perro Chihuahua, que es la historia de un niño dentro de un juego de video, por lo tanto es algo completamente diferente. Los temas van apareciendo en su momento y yo misma me sorprendo de las distintas cosas que me van inspirando, a veces cosas para niños de 5 años y otras para chicos de 14 o 17 años.

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Apuntes

Salió a la luz. El libro Llevo 3.000 años pintando. La historia de Oswaldo Guayasamín (Alfaguara) fue presentado en Quito la semana pasada.

Otros trabajos. Edna Iturralde lleva escribiendo tres décadas. Fue por quince años directora de la revista La Cometa, de diario Hoy.

Reconocimientos. Ha ganado varios galardones por su trabajo literario, como el Premio Nacional de Literatura Infantil Darío Guevara Mayorga 2001 y el Premio Nacional a las Artes Quitsato 2005.