EFE
MADRID.- Al casarse con el príncipe Guillermo, Kate Middleton dejará una familia de comerciantes para llegar a la primera familia británica.
Seguramente sus orígenes le sirvieron a la futura princesa para prepararse ante tan peculiar reto, y no era para menos. Los progenitores de Kate, Michael y Carole, pasaron de ser empleados en una aerolínea a ser los dueños de su propia empresa, con lo que le dieron a sus hijos acceso a los círculos más altos de la sociedad británica.
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Michael Middleton trabajaba como despachador de vuelos y Carole Goldsmith como aeromoza antes de que se casaran. En la década de los ochenta establecieron la empresa Party Pieces, que se dedica a vender globos, velas y otros accesorios para fiestas.
Les fue tan bien, que pudieron cambiarse de una casa dúplex a una vivienda de gran tamaño en el pueblecito de ricachones de Bucklebury, con sus tres hijos: Kate, que ahora tiene 29 años, Pippa, de 27, y James, de 24.
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En general los Middleton se han esforzado para darle a sus hijos una vida mejor. Los tres asistieron a Marlborough College, un internado que cobra 30.000 libras (47.000 dólares) anuales y al cual suelen estar inscritos algunos de los hijos de las familias más ricas de Gran Bretaña.
Kate asistió a la Universidad de Saint Andrews en Escocia, que en sus 600 años de historia ha incluido alumnos como el propio príncipe Guillermo, el segundo en la línea de sucesión al trono.
La familia también es dueña de un apartamento de un millón de dólares en la lujosa zona de Chelsea en Londres, en el que han vivido sus hijos mientras trabajan en la capital. Los tres han formado parte del equipo de la empresa familiar.
Pero a pesar de tener tanto dinero, los Middleton conservan bastante de la clase media, por lo que varios los consideran un soplo de aire fresco para la familia real.
"Creo que la historia de la familia de Kate es similar a la de millones de británicos que se han aburguesado en el último siglo", dijo Claudia Joseph, autora de Kate: The Making of a Princess.
Los ancestros de Kate en el lado de su familia eran trabajadores manuales y mineros, un hecho que los periódicos sensacionalistas han subrayado en titulares como "de la mina al palacio", al referirse a la futura princesa Kate.
Como muchos reales y plebeyos, Kate tiene un tío incómodo, Gary Goldsmith, que vive en una casa en España apodada La Maison de Bang Bang y a quien un reportero encubierto grabó en el 2009 tomando aparentemente cocaína y presumiendo sobre sus relaciones con la familia real.
En cambio, del lado del padre de Kate, los Middleton han pertenecido a la clase media alta por más de un siglo, son comerciantes, abogados y propietarios de molinos en el condado de Yorkshire, en el norte de Inglaterra.
Pero en el estratificado mundo de la clase alta británica, los orígenes mercantiles de los Middleton todavía son vistos con cierto recelo por su supuesto esnobismo. Carole Middleton fue muy criticada cuando la descubrieron mascando chicles para dejar de fumar en la ceremonia de graduación del príncipe Guillermo en el colegio militar, a la cual asistió la reina Isabel. También es bastante conocida la anécdota de los amigos de Guillermo que se burlaban de su futura suegra diciendo "puertas en manual", para recordar su trabajo en la aerolínea.
Ante todo esto la familia Middleton ha mantenido un silencio enaltecedor y casi no han hablado con la prensa, fuera de un pequeño discurso para expresar su felicidad por el compromiso de Kate con Guillermo.