Si la gimnasia no es una actividad que usted tiene como hábito, pero está consciente de que su cuerpo necesita ejercicio, la bailoterapia podría ser una opción entretenida con la que, además de reducir algunos kilos, adquirirá otros beneficios, como eliminar el estrés o tener mayor movilidad y agilidad en las articulaciones.

Así lo asegura el coreógrafo Víctor Rea, quien explica que esta técnica se practica en algunos gimnasios de la ciudad como otra manera de hacer aeróbicos, donde se bailan ritmos como el merengue, hip-hop, bachata, salsa e incluso el tango y ballet.

Publicidad

Para el entrenador Fabricio Chávez, de la academia The Dancer, la bailoterapia consiste en una composición de ritmos, creada con ejercicios y acompañada de pasos de baile. Ambos instructores coinciden en que esta actividad está considerada como una forma de deporte.

Chávez señala que la diferencia entre la bailoterapia y los aeróbicos está en que mientras los segundos son ejercicios localizados, que “trabajan lugares específicos del cuerpo”, en la bailoterapia se ejercitan todos los músculos, lo que quema más calorías.

Publicidad

Esta actividad, que es practicado por personas de todas las edades, ha adquirido adeptos en estos últimos años por la forma en que se realiza el ejercicio. Rea explica que la bailoterapia “combina la exigencia física y la autodisciplina a la que nos tenían acostumbrados los aeróbicos, pero con un contenido más lúdico aportado por el baile y la música de moda”.Los ritmos más solicitados, señala Rea, son los tropicales, como el merengue y la salsa, y los urbanos, como el hip-hop y el reggaetón.

“Cada persona se impone el tiempo de ejercicio”, señala, y dice que el único obstáculo que podría existir a la hora de entrenarse con la bailoterapia es el “miedo al ridículo que algunos experimentan al comienzo, pero bastan un par de clases para disipar este temor”.

Lorena Carrera, una ejecutiva de 24 años, practica esta disciplina desde hace dos (una hora tres veces a la semana). Ella dice que “fue la mejor decisión” que pudo tomar para hacer ejercicio. “Al final de cada clase me siento relajada, además, la bailoterapia me ayudó a bajar de peso, aunque también lo logré con dietas”, explica.

Al respecto, la máster en nutrición humana Olimpia Noboa sostiene que es necesario regular el método de alimentación cuando se decide realizar este tipo de ejercicio. “Toda forma de aeróbicos necesita mantener un tipo de comida proteica distribuida en las tres principales comidas del día (desayuno, almuerzo y merienda)”.

La nutricionista recomienda no consumir frituras y explica que los vegetarianos tienen la opción de sustituir la proteína con granos. “Ellos pueden acudir a preparaciones de soya, quinua o chocho”.

La cardióloga Peggy Freire señala que las personas que tienen enfermedades vinculadas con el corazón pueden realizar este ejercicio sin que haya efectos contraproducentes. Según la especialista, “todo ejercicio ayuda al metabolismo de las células cardiacas y del cuerpo, además de mantener activa la circulación”.

Freire indica que si un cardiaco practica este ejercicio debe tener cuidado cuando los bailes son intensos o demasiado forzados. Sugiere que el paciente se realice una prueba de esfuerzo, “que es un examen especial en cardiología para observar lo que le sucede al corazón en el esfuerzo físico”.

El entrenador Fabricio Chávez dice que además de los beneficios físicos, la bailoterapia también reduce el estrés. Ocurre porque el ejercicio libera endorfinas (pequeñas proteínas hechas sustancia que segrega el cerebro), lo que produce un efecto de tranquilidad y relajación, explica la psicóloga Cecilia Chávez.

“El único obstáculo que podría existir a la hora de entrenar bailoterapia es el miedo al ridículo, pero bastan un par de clases para disipar este temor”.
Víctor Rea,
coreógrafo