El excomandante de la policía de Ecuador Jaime Aquilino Hurtado Vaca utilizó su poder como la máxima autoridad para extorsionar, según las conclusiones recogidas por la embajada de Estados Unidos en Quito, y que esta mañana publica el diario español El País.

La legación norteamericana señala que todas esas prácticas eran tan conocidas dentro del alto mando de la Policía Nacional y agrega que funcionarios de la embajada estaban seguros de que el presidente, Rafael Correa, también las conocía cuando le nombró comandante. En su opinión, el gobernante quiso, con el nombramiento, tener un jefe de policía fácilmente manipulable.

La embajada indica que "Hurtado ha prestado asistencia a los traficantes
de personas, creando así oportunidades de entrar en Estados Unidos a
delincuentes y terroristas".
"Las corruptas actividades descritas en este cable dañan la inversión norteamericana en Ecuador. Los inversores de EE.UU. se muestran reacios a arriesgar su patrimonio porque saben que pueden ser extorsionados por agentes corruptos de los cuerpos de seguridad".

Publicidad

Jaime Hurtado fue investido como comandante policial desde el 11 abril del 2008 en reemplazo del general Bolívar Cisneros. Duró en el cargo hasta el 27 de mayo del 2009.

Según El País, Haciendo uso de su poder, Hurtado pudo acumular dinero y propiedades, facilitar el tráfico de personas y obstruir las investigaciones contra compañeros corruptos, señala el informe que cita fuentes propias y pide al Departamento de Estado la revocación del visado de entrada en EEUU que disponían Hurtado, su esposa y su hija, emitidos en junio del 2008 y vigentes hasta junio del 2013. Hurtado permaneció en el cargo desde abril del 2008 a junio del 2009., pero antes ocupó importantes funciones en la policía. Según los datos de la embajada, "comenzó sus corruptas actividades a principios de los años 90".

La información sobre la policía ecuatoriana y su ex jefe, firmado por la embajadora, Heather Hodges, dice que las prácticas de la policía castigan a buena parte de la población ecuatoriana, dispuesta a pagar sobornos, cuantiosos o no, para poder realizar cualquier gestión, evitando así una burocracia dolosa y asfixiante. Por otra parte, los mecanismos que deben velar sobre la probidad de las instituciones son débiles y los cambios constitucionales de septiembre del 2008, los debilitaron aun más. "Debido a estos fallos institucionales, los oficiales de la Policía Nacional de Ecuador apenas se exponen a un castigo cuando se implican en actos corruptos. Y en relación con jueces y políticos corruptos, esta situación está más acentuada en las altas esferas del poder".

Publicidad

El cable diplomático enumera, por orden cronológico, los delitos atribuidos a Hurtado y a sus cómplices en la policía, a lo que supuestamente protegió cuando las investigaciones internas les amenazaban. Uno de los casos mencionados afecta a un jefe policial amigo, Bolívar Villota, que fue detenido en el 2007 con cargos de extorsión probada por 157.000 dólares. Según las averiguaciones de la embajada, el salario total de Villota entre los años 2000 y 2007 sumó 30.000 dólares. Un parte de los ingresos fraudulentos fueron a parar a los bolsillos de Hurtado, según le legación norteamericana. Los investigadores descubrieron un patrimonio valorado en 450.000 dólares y propiedades inscritas a nombre de sus padres. "Villota y su novia estaban desarrollando un complejo turístico propiedad de Hurtado".

Como Hurtado era inspector general de la policía cuando detuvieron a su amigo consiguió mantenerlo en el puesto.

Publicidad

Otro de los casos citados implica a dos oficiales, Milton Raúl Andrade y Manuel Fernando Basantes, en el tráfico de inmigrantes, mayoritariamente chinos, siguiendo la ruta Guayaquil-Centroamérica-Estados Unidos. La mafia al cargo del tramo ecuatoriano cobraba entre 1.000 y 2.000 dólares por cada inmigrante autorizado a volar desde Guayaquil hacia algún país de América Central. El destino final siempre era EE.UU. Funcionarios norteamericanos recibieron la información de que Hurtado era parte de la trama pues recibía regalos y efectivos. Nunca procedió contra ellos.

La embajada recibió información "de numerosas fuentes" de que Hurtado
extorsionaba a los propios policías a cambio de protegerles dentro de la
policía y de facilitar sus actividades ilegales. También usó su poder
para evitar investigaciones contra colegas corruptos, y llegó a
destituir a investigadores molestos.