Nuevos cables de Wikileaks se divulgaron en Colombia sobre la crisis que originó el ataque a la base de las FARC en Ecuador, el 1 de marzo del 2008, en los cuales se revela que Estados Unidos veía que la posibilidad de un enfrentamiento armado era remota.

La revista Semana empezó a publicar el sábado pasado más información recibida por el propio Julian Assange, creador de Wikileaks, quien decidió abrir una segunda etapa del ‘Cablegate’ y contactó a inicios de este año a periodistas de los países protagonistas de esos cables, y a cada uno le dio un paquete de estos. El medio recibió más de 9.000 mensajes secretos de las embajadas de EE.UU. en Colombia y Venezuela, que van de 1985 al 2010.

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Estos sostienen que Santos, entonces ministro de Defensa, autorizó personalmente la operación Fénix en Ecuador, donde murió Raúl Reyes, líder de las FARC, a sabiendas de que provocaría una crisis con ese país. Así se lo contó a la Embajada de EE.UU., según un cable del 5 de marzo del 2008.

“Pero no calculó la crisis que este incidente desataría con Venezuela y otros países del área. Y aunque los computadores de Reyes alborotaron aún más el avispero, el gobierno colombiano vio en ellos una oportunidad de demostrar, nacional e internacionalmente, que los países vecinos albergaban a terroristas. Según un cable del 5 de marzo, Santos le entregó la información antes del ataque al senador Germán Vargas, para que denunciara la presencia de las FARC en otros países”, señala la publicación de Semana.

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En otro cable, Santos le agradeció al embajador de Estados Unidos en Bogotá, William Brownfield, por haber compartido inteligencia proveniente de Venezuela y Ecuador. Sobre las acciones de EE.UU., de ocurrir un ataque de Venezuela, el embajador respondió que las posibilidades de una confrontación en la frontera eran “extremadamente remotas”. “La falta de entrenamiento, ensayos y no haber invertido en equipos militares han frenado la movilización militar”, señala un cable.

Tampoco veía riesgo con Ecuador. El entonces ministro de Defensa, Wellington Sandoval, le habría dicho a la embajadora Linda Jewell que aunque la prensa registró que tropas ecuatorianas avanzaban hacia la frontera con Colombia, solo tenían un helicóptero para 18 soldados.

Semana indica que la mayor preocupación de la Embajada norteamericana en Quito era acabar con la sospecha de que se usó la Base de Manta y dio apoyo aéreo en el ataque en Angostura. En varios cables, reiteró a funcionarios ecuatorianos que EE.UU. no participó y que el avión colombiano era capaz de dar semejante golpe.

En uno de los cables se indica que Santos tildó a Correa de “hipócrita”, a lo que el jefe de Estado ecuatoriano respondió ayer que “hay que ver si (los mensajes) son reales... lo cual ratificaría la doble moral internacional: nosotros éramos los bombardeados y nosotros éramos los hipócritas”, dijo. “Con el gobierno de (Álvaro) Uribe era imposible acordar algo. Con Santos se nos entregaron las computadoras, nos ha entregado la información que hemos requerido. No vamos a olvidar y vamos a ver hacia el futuro”.