Se cumplieron ya dos meses del atentado que sufrió el general Jorge Gabela Bueno, con el fatal desenlace conocido por la comunidad; a pesar del tiempo transcurrido solo ha existido un impresionante silencio, indiferencia y quemeimportismo de las autoridades policiales y hasta de la fiscalía; parece que lo que quisieran es que esto se sume al olvido, como otros casos que no convienen ser aclarados.
Escuché a la viuda del general, Patricia Ochoa de Gabela, decir “¡no a la impunidad!”. Comparto esa opinión. Si fuera mi cónyuge quien hubiese sufrido ese atentado, yo reclamaría por el esclarecimiento del hecho, y es esa solidaridad femenina y el derecho ciudadano que me animan a interrogar ¿qué pasó con el caso Gabela? Si fue un hecho de “delincuencia común”, ¿por qué no hay datos de los sospechosos?, ¿o es que son delincuentes especializados y diferentes a los que pululan en nuestro país?, ¿a quién beneficia que este caso pase al olvido?, ¿por qué no se han dado pasos firmes para el esclarecimiento de este hecho? Si insisto con estas interrogantes es porque noto que son personas comunes que solo claman por justicia.
Celia Cordero Acosta,
doctora, Salinas