AFP
CIUDAD DEL VATICANO.- La afirmación del papa Benedicto XVI de que no se puede acusar a "los judíos" por la muerte de Cristo, aunque confirma la posición oficial de la Iglesia católica, fue juzgada como un "gesto positivo" por Israel y organizaciones judías.

En su último libro, Jesús de Nazaret, el Papa sostiene que los judíos no fueron culpables de la muerte de Cristo.

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El Vaticano dio a conocer fragmentos de la obra, que saldrá el próximo jueves, en la que el Papa rechaza la culpa colectiva de los judíos en la condena de Jesucristo y reconoce que esa interpretación ha tenido fatales consecuencias para ese pueblo durante siglos.

"Lo felicito por haber rechazado vigorosamente, en su nuevo libro, la falsa acusación que sirvió de base al odio contra el pueblo judío durante siglos", escribió el primer ministro Benjamín Netanyahu en una carta enviada al Papa.

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La histórica declaración Nostra Aetate, adoptada al término del Concilio Vaticano II (1962-1965), exoneró a los judíos como pueblo de la acusación de deicidio, un tema que el Papa analiza con profundidad y que repudia personalmente.

El libro ha sido traducido a varios idiomas.