BBC Mundo
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Se piensa que el dolor de cabeza, la palidez y manos y
pies fríos son los signos prematuros de la meningitis en niños
pequeños, pero no así, aseguran expertos.

Los médicos y los padres deben saber que el
dolor de pierna, la confusión, la rigidez de la nuca y la sensibilidad a
la luz en los niños son los signos de alarma de la infección, afirma
el estudio publicado en la British Journal of General Practice (Revista Británica de Medicina General).

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La clásica erupción en la piel aparece mucho más
tarde durante la enfermedad, agrega la investigación que analizó 1.200
casos de meningitis en Inglaterra.

Esta enfermedad consiste en una inflamación de
las meninges, las membranas que recubren el cerebro y la médula espinal y
por lo general es causada por una infección bacteriana o viral.

Aproximadamente uno de cada diez pacientes que sufren la afección mueren, principalmente debido a un diagnóstico tardío.

Como el trastorno progresa con mucha rapidez, el
diagnóstico y el tratamiento precoz son esenciales para prevenir
complicaciones graves y la muerte.

Cuatro signos de alarma

La investigación, llevada a cabo por el Colegio
Real de Médicos Generales del Reino Unido, encontró que la mitad de los
niños con la enfermedad fueron inicialmente mal diagnosticados, quizás
debido a que los síntomas más conocidos, como la erupción en la piel,
aparecen en las etapas posteriores de la infección.

El estudio comparó los síntomas iniciales de
1.212 casos en niños de entre 22 meses y seis años, que se presentaron a
15 clínicas de medicina general en Oxford y Somerset, Inglaterra.

Es muy importante que los padres
confíen en sus instintos y no duden en buscar ayuda médica, incluso
cuando el niño ya ha sido visto por un doctor y sus síntomas empeoran

Los investigadores descubrieron que sólo cuatro
síntomas -la confusión, la fotofobia (sensibilidad a la luz), la rigidez
de la nuca y el dolor de piernas- pueden ser considerados "signos de
alarma" de esta enfermedad.

Según los autores, el dolor de cabeza y la
palidez son menos comunes en los niños con enfermedad meningocóccica que
en los menores con infecciones leves.

Tal como señala Sue Davie, presidenta ejecutiva de la organización británica Meningitis Trust, "cualquier cosa que nos ayude a obtener un diagnóstico temprano es una buena".

Sin embargo, advierte que como este consejo está
dirigido principalmente a los médicos generales, los padres no deben
ignorar otros síntomas igualmente importantes.

"Obsesionados" con la erupción

"Siempre me muestro cautelosa sobre el hecho de
centrarse en uno o dos síntomas, porque los padres necesitan estar muy
alertas ante todos los signos", dice la experta.

"Por ejemplo, todos parecemos estar obsesionados
con la erupción y más de 35% de las personas informa que no tomaría
ninguna medida si no se presenta una, y esto puede ser letal".

Por su parte Chris Head, presidente ejecutivo de Meningitis Research Foundation,
comenta: "Se trata de un paso importante que nos permite el
reconocimiento temprano de estas enfermedades. No todas las personas con
meningitis y septicemia (cuando la bacteria entra en la corriente
sanguínea) presentan todos los síntomas".

"Los niños con septicemia quizás no muestran
rigidez en la nuca o sensibilidad a la luz brillante. Y los pequeños con
meningitis podrían no presentar una erupción", añade.

"Por eso, es muy importante que los padres
confíen en sus instintos y no duden en buscar ayuda médica, incluso
cuando el niño ya ha sido visto por un doctor y sus síntomas empeoran",
advierte Head.

En la meningitis bacteriana -que suele ser la
más grave-, los síntomas progresan con mucha rapidez, a menudo horas,
mientras que los síntomas de la meningitis viral pueden tardar un par de
días en desarrollarse.

Aunque ambas enfermedades pueden ocurrir a
cualquier edad, los bebés y los niños pequeños están en mayor riesgo de
una infección meningocóccica y el segundo grupo en riesgo son los
jóvenes de entre 15 y 24 años.