Estás descansando en la sala de tu casa en medio de un desorden voraz porque te ha ganado la pereza. Pero de pronto recibes la llamada de tu esposo indicando que llegará en diez minutos con algunos invitados o familiares.
¡Qué horror! Todos descubrirán que no eres tan perfecta como creen. Miras a tu alrededor y ves que por tu casa parece haber pasado un terremoto.
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¿Por dónde comenzar entonces?
Existen algunos trucos caseros que te ayudarán a que la casa quede como un anís a la mayor brevedad posible.
Ojo, lo primero que debes hacer es peinarte y maquillarte. Recuerda que los invitados te observarán primero a ti y luego verán tu casa.
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Cierra las puertas de las habitaciones que no están en uso. Toma una caja y pon dentro todos los objetos que se encuentran fuera de lugar.
Luego, esconde la caja donde no la vean. Trata de lustrar los muebles del área donde los invitados estarán sentados. Limpia el vidrio de la mesa del centro. Sacude los cojines. Revisa el baño.
Pon las toallas sucias dentro de la canasta y mantén las cortinas de la ducha cerradas. Limpia el lavabo con una esponja y pon una toalla limpia. Es importante asegurarse que haya papel higiénico. Limpia rápidamente la cocina. Recoge los platos sucios y escóndelos al menos dentro del horno.
Rocía un aerosol ambiental por todo el lugar. Ya está listo, pero no olvides que la limpieza debe ser día a día para que no te metas en aprietos.
Semanalmente aspira las alfombras (si tienes), desempolva y lustra los muebles, cambia las sábanas, haz limpieza de la cocina y del baño.
Mensualmente lavar los tapetes y la cortina del baño.